El Supremo no sólo levanta la suspensión cautelar que pesaba todavía sobre la exhumación por los tres recursos aún no resueltos, sino que además, la Sala despeja totalmente el camino legal del gobierno señalando en una providencia que la sentencia es por sí misma títutlo legítimo bastante para llevar a cabo las actuaciones del Decreto Ley y, por tanto, acceder a la Basílica del Valle de los Caídos para proceder a la exhumación de Franco.
Recuerda que la Constitución Española obliga a todos a cumplir las sentencias firme -mensaje para el prior- y el Supremo ha optado por último por, atendidos los intereses en conflicto, dar una significativa prevalencia a los intereses generales.