Torra insta a Buch a hacer cambios "en breve" en la cúpula de los Mossos tras las cargas en Girona y Terrassa

Las imágenes de las cargas policiales ayer en Girona y en Terrassa contra grupos de manifestantes que protestaban por concentraciones de Vox con motivo del 40 aniversario de la Constitución no han gustado a Torra.

Unas imágenes con las que "los catalanes no nos sentimos a gusto", ha dicho el presidente catalán en unas declaraciones en Eslovenia, en las que ha asegurado que ya ha pedido a Buch que haga "en breve" los cambios pertinentes, que probablemente se llevarán al Consell Executiu del martes.

Desde la premisa de que los Mossos "tienen que garantizar el orden público", Torra ha admitido que puede haber habido "mala praxis" y ha aseverado que, por tanto, el Govern "hará todo lo que tenga que hacer" para que "si hay que hacer cambios, se hagan".

Unas modificaciones que espera que se lleven a cabo "la semana que viene", algo que ya ha pedido a Buch, con quien Torra habló ayer por teléfono y con el que se va a reunir el domingo, cuando regrese a Barcelona.

En una entrevista en TV3, el titular de Interior ha reconocido que, "a simple vista", las "imágenes" de la actuación policial apuntan a que algún agente pudo extralimitarse. En todo caso, el conseller ha razonado que los antidisturbios cargaron ayer contra los manifestantes para evitar un "enfrentamiento violento entre grupos antagónicos" y ha lamentado que haya "grupos minoritarios radicales que lo único que quieren es ejercer la violencia", con lo que, en su opinión, estarán dando la razón a quienes dicen que "en Cataluña hay violencia".

El diputado de la CUP Carles Riera ha exigido que no se criminalice al movimiento que protagoniza estas manifestaciones, ya que cree que no es violento, y ha exigido una vez más la destitución de Buch.

También ha criticado que la policía autonómica hiriera con un proyectil a la diputada de la CUP Maria Sirvent en Terrassa "cuando estaba asistiendo a una menor que había recibido un golpe en la cabeza" y, en este contexto, ha denunciado que el modelo de seguridad de la Generalitat "protege manifestaciones nazis -en alusión a las de Vox- y ataca sistemáticamente a grupos antifascistas que les hacen frente".

ERC, que forma parte del Govern de Torra, ha advertido de que está molesta con las actuaciones "desproporcionadas" de los Mossos d'Esquadra ayer y por ello ha pedido ya una reunión con Buch.

También le pedirá explicaciones Catalunya En Comú-Podem tras el "fracaso" del dispositivo de ayer, que fue una "vergüenza", como lo ha definido la presidenta del grupo, Jéssica Albiach, quien lamenta que ya "llueve sobre mojado".

Las otras fuerzas políticas también han cargado contra Torra y Buch, pero en este caso por "criminalizar" a los Mossos d'Esquadra, algo que la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha calificado de "inadmisible".

También el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha advertido de que es "irresponsable" que se ponga en duda la profesionalidad del cuerpo, especialmente cuando lo hace el propio Govern.

El presidente del PPC, Alejandro Fernández, ha ido más allá y ha pedido que Buch sea cesado por cuestionar la actuación de ayer de los Mossos d'Esquadra.

Las palabras de Torra y Buch tampoco han sido bien recibidas por los sindicatos policiales: La Unión Sindical de la Policía Autonómica de Cataluña (USPAC) les ha exigido "lealtad", al considerar que están "cargándose" la imagen del cuerpo, y SAP-FEPOL ha pedido la dimisión del conseller por "fiscalizar" el trabajo de los agentes en vez de defender su "profesionalidad".

Por su parte, el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo en Cataluña) ha iniciado una actuación de oficio para aclarar la actuación de los Mossos d'Esquadra y ha pedido al departamento de Interior si ha observado falta de proporcionalidad y rigor en la misma.