Según fuentes parlamentarias, el objetivo es defender los derechos políticos de todos los diputados y "denunciar las injerencias ilegítimas del Estado" en el Parlament.
Torrent ha tomado esta decisión después de propones a tres candidatos a la investidura --Carles Puigdemont, Jordi Sànchez,Jordi Turull (JxCat)-- y que ninguno haya podido ser elegido tras decisiones del Tribunal Supremo y del Constitucional.
Puigdemont no se sometió a ningún debate de investidura porque el TC señaló que debía estar en el pleno y obtener un permiso judicial; en el caso de Jordi Sànchez, el TS le denegó el permiso para ir al pleno o comparecer en videoconferencia.
Jordi Turull sí pudo someterse a una primera votación de investidura, que no superó porque no obtuvo los apoyos necesarios, pero no pudo acudir a la segunda, programada para 48 horas después, porque fue encarcelado. Torrent considera que esta situación es inadmisible y por eso acudirá a Ginebra para exponerla ante miembros de la ONU.
Tras la negativa a poder ser investido, Jordi Sànchez llevó su caso precisamente a la ONU, que respondió dictando unas medidas cautelares dirigidas al Estado en que le instaba a garantizar todos los derechos políticos del diputado. Torrent quiere hablar de esto con los miembros de la ONU con que prevé reunirse, para alertarlos de que el Estado "ha contravenido la resolución" de Naciones Unidas al rechazar la investidura de Sànchez.
En Ginebra residen dos exdiputadas del Parlament: la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, que rechazaron comparecer ante el TS y se desplazaron a la ciudad suiza.
Fuentes de la ONU aseguraron a Europa Press el martes por la tarde que en la agenda del organismo en Ginebra no consta una visita oficial de Torrent para el miércoles. Aun así, señalan que podría tratarse de una reunión privada con algún miembro de la ONU, por lo que este encuentro no estaría registrado oficialmente en ese caso.