El tren que ha descarrilado este viernes en la localidad pontevedresa de O Porriño es de la serie 592 de Renfe, tiene más de 30 años de antigüedad pero ha sido remodelado y alcanza en torno a los 120 kilómetros por hora como velocidad máxima.
Propiedad de Renfe, los trenes de esta serie, construidos entre 1981 y 1984 por Macosa y Ateinsa (actual Alstom), están alquilados a Comboios de Portugal, según han confirmado fuentes de la operadora ferroviaria española. El sistema de seguridad embarcado es el Asfa --propio de la red convencional--, con el que el maquinista, al paso de una señal lateral, debe responder a una advertencia acústica o luminosa.
El servicio Vigo-Oporto, llamado 'Tren Celta', se presta de forma combinada entre Renfe y la empresa ferroviaria portuguesa Comboios de Portugal. El maquinista a bordo, uno de los fallecidos, era portugués, mientras que el interventor era español.
Precisamente el hecho de que los conductores tuviesen que hacer el trayecto entero --entre la ciudad olívica y Oporto-- generó polémica en el sector, ya que hasta hace unos años los maquinistas españoles se encargaban del viaje hasta Valença do Miño --en infraestructura española-- y los lusos se hacían cargo de la parte portuguesa. Con todo, los profesionales recibieron la habilitación correspondiente, y tuvieron que adquirir conocimientos en materia de idioma, vía y vehículo.
No hace parada en O Porriño
Este tren, según fuentes ferroviarias, no hace parada en O Porriño, donde habitualmente pasa sin reducir la velocidad, a unos 100 kilómetros por hora. Sin embargo, en caso de que Adif, por algún motivo de la circulación, introdujese una vía desviada para que tomase el convoy, este debería reducir la circulación.