"No está dispensado de prestar declaración respecto de aquellas cuestiones de contenido patrimonial y por lo tanto no existe deber de confidencialidad", ha dicho la presidenta del tribunal, Samantha Romero, después de que el juicio haya estado interrumpido hoy durante casi cuatro horas por discrepancias entre las acusaciones y las defensas sobre el alcance del secreto profesional de Tejeiro.
Romero ha recalcado que "las circunstancias a las que se circunscribe el sigilo no tienen que ver con las cuestiones de contenido patrimonial". Tejeiro fue asesor fiscal personal de Iñaki Urdangarin, de su socio, Diego Torres, y de todas las empresas ligadas a Nóos.
Tras señalar que el tribunal ya se había manifestado ayer sobre esta cuestión -cuando recordó a Tejeiro el deber de no revelar información que pueda atentar contra el honor o la intimidad personal y familiar ni datos confidenciales de sus clientes-, Romero ha citado jurisprudencia aclaratoria al respecto.
La jueza se ha referido a una sentencia del Tribunal Europeo de julio 2007 y a las normativas de blanqueo de capitales en vigor en la época de los hechos que se juzgan y en la actualidad.
"Incluso aunque su posicionamiento jurídico sea el de asesor fiscal y aun aplicándole las garantías que establece de esa sentencia a los abogados en materia de blanqueo y cuestiones a las que se refiere la sentencia de asesoramiento en materia patrimonial en la que estarían incluidos la creación, funcionamiento y la gestión de sociedades fiduciarias empresas o estructuras análogas, pues no le afecta el deber de sigilo", ha dicho la magistrada.
Romero ha insistido en que no es preciso que el tribunal le tenga que dispensar del deber de secreto profesional, sino que "ese deber de confidencialidad no existe en cuestiones de carácter patrimonial", por lo que ha convocado a Tejeiro a continuar respondiendo al interrogatorio el martes que viene.
El tribunal ha mantenido para esta tarde a las 16.00 horas la declaración de una testigo por videoconferencia desde Estados Unidos y, tras la larga interrupción de hoy, deberá reestructurar el calendario del resto de testigos, empezando el martes con Tejeiro y los otros dos citados ayer, el extrabajador de Nóos Mario Sorribas y el notario barcelonés Carlos Masià.
El defensor de Diego Torres, Manuel González-Peeters, que originó el debate al protestar alegando que el testigo debía someterse al secreto profesional, ha reiterado su protesta. El sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, y la Fiscalía Anticorrupción también han protestado por razones opuestas.
La decimoctava jornada del juicio ante la Audiencia de Palma ha estado marcada por el debate suscitado entre las partes acerca del secreto profesional.
La declaración de Miguel Tejeiro como testigo ocupó toda la tarde de la sesión de ayer y, aunque responsabilizó a Torres y Urdangarin de todas las decisiones de gestión y fiscales y exculpó a la casa real y la infanta Cristina, resultó trabada por las dudas del asesor fiscal respecto a qué preguntas podía responder sin vulnerar su compromiso profesional de sigilo.
Además de las de Sorribas y Masià, el tribunal ha aplazado las declaraciones de los ocho testigos que estaban citados para hoy, entre ellos el exjefe de la casa real Alberto Aza y la exvicepresidenta del Govern balear Rosa Estaràs, salvo la de la mujer que declarará desde Estados Unidos.
Los ha vuelto a convocar para el 16 de marzo, si bien varios de ellos han manifestado que no podrán comparecer ese día.
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que ha llegado sobre las 9.00 horas a la Audiencia de Madrid para declarar por videoconferencia y que se ha marchado sobre las 11.00 horas, todavía no ha sido citado en otra fecha.