El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa buscando la fórmula para que España cumpla con el compromiso con la OTAN y con la Unión Europea de llegar en 2024 al 2% del PIB de su inversión en defensa. Sin embargo, el Ejecutivo no cuenta con los apoyos necesarios en el Congreso para poder sacar el aumento de la inversión militar por la vía parlamentaria.
Pedro Sánchez prometió ante sus socios que "no tocaría ni un solo céntimo" del gasto social y aseguró que el aumento de la inversión en defensa saldría de otras partidas de los Ministerios que se mantengan sin utilizar.
Ahora mismo, el gasto de España en materia de defensa se encuentra en torno al 1,43% del PIB, por lo que el Gobierno tendría que conseguir el 0,57% restante de otras partidas ministeriales. Para localizarlas, desde Defensa se está contactando con el resto de carteras para ver qué fondos podrían usarse. Esta estrategia permitiría hacer modificaciones en partidas para redirigirlas a Defensa.
Una de las principales ideas, que además ha sido deslizada por el propio Pedro Sánchez en varias ocasiones, es computar los gastos en ciberseguridad. Esto no pertenece a partidas catalogadas como militares, pero el Gobierno ha asegurado querer reforzar dentro de su plan de defensa la ciberseguridad para proteger a la población y a las instituciones. Esta materia está a cargo del Ministerio de Transformación Digital y Función Pública.
También se ha consultado a las administraciones de Interior, Industria o Transición Ecológica. Defensa identificará posibles partidas de estos ministerios como futuras inversiones en la materia.
El Gobierno busca aumentar la inversión en defensa sin centrarse en la compra de armas. Se redirigirían gastos que has ahora no computan en Defensa como medicamentos, vacunas y cadenas de suministro sanitarias, esenciales para la seguridad nacional, según la ministra de Sanidad, Mónica García. También infraestructuras ferroviarias de uso dual, clave para la movilidad militar. Además, se prevé un aumento en las pensiones y salarios del ejército. Esta redefinición del gasto en defensa deberá contar con la aprobación de la OTAN.
Dos décimas del déficit que también podrían computar
El Gobierno anunció que el déficit español se había situado hasta el 2,8% del PIB, dos décimas por debajo del 3% que se fijó como objetivo. Por ello, esas dos décimas, tal y como indicó la ministra de Hacienda, y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, se podrían dedicar a otras inversiones estatales.
Sin embargo, para poder hacer uso de ello, el Gobierno tendría que contar con la propuesta deslizada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, cuyo objetivo es que los estados miembros experimenten rebajas fiscales para así destinar ese excedente en defensa. Una medida que el Ejecutivo español califica de "muy importante" para sumar al objetivo.