En un auto, la sala civil y penal del alto tribunal catalán rechaza el recurso interpuesto por Forcadell, que alegó que no se puede prohibir el debate parlamentario porque "ni existe ni puede existir un debate de ideas ilegal", y remarca que el proceso penal en su contra se ha iniciado "por una apariencia de delito de desobediencia al mandato de un Tribunal, que constituye una de las piezas básicas en la arquitectura del Estado de derecho de las democracias avanzadas".