En su tradicional discurso de fin de año, que en esta ocasión se ha adelantado a primera hora de la tarde, Urkullu se ha dirigido a la "comunidad vasca en el mundo" para hacer balance del año y trasladar sus retos para 2017, en el que ha dicho que va a "perseverar" para que "la senda del diálogo, la negociación y el acuerdo vuelva a dar frutos". Urkullu ha recordado que hace un año se comprometió a trabajar y colaborar para hacer de Euskadi "un país de convivencia, modelo de desarrollo humano y crecimiento sostenible" y que, aunque 2016 ha sido "difícil", hoy puede afirmar que la situación política, económica y social es "mejor".
"Hay problemas y contratiempos pero, sinceramente, creo que Euskadi va por el buen camino. En el ámbito político e institucional arrancamos una legislatura asentada en un mayor diálogo y estabilidad, abierta a más acuerdos que los ya logrados hasta ahora", ha subrayado Urkullu, que gobierna en coalición con el PSE-EE.
El lehendakari también ha dicho que la "situación económica es mejor", que se ha crecido por encima de las previsiones y que en Euskadi se crea empleo, aunque ha reconocido que se necesita todavía "más y de mayor calidad". "El empleo es la mejor política social", ha descrito. Ha afirmado que su Ejecutivo ha cumplido en "un alto grado" los compromisos adquiridos y ha añadido que afronta la nueva legislatura con "un nuevo proyecto", con "ilusión renovada y "el mismo espíritu de colaboración".
"Todas las manos son necesarias para seguir construyendo el país justo y competitivo que queremos", ha destacado Urkullu. El lehendakari ha insistido en la necesidad de evitar la "judicialización permanente de la vida política" y ha apelado a concentrar el compromiso institucional en la mejora de los servicios públicos y a "demostrar capacidad para ofrecer respuestas y soluciones políticas tanto en la defensa como en la actualización y profundización" del autogobierno vasco.
"Vamos a poner todo de nuestra parte para que la senda del diálogo, la negociación y el acuerdo vuelva a dar frutos. No vamos a cejar", ha resumido. Aunque ha insistido en que lo "urgente y fundamental" es contribuir a la reactivación económica y el empleo, también ha tenido palabras para referirse a la apuesta "firme" por la paz hecha por su Ejecutivo. "Iniciamos una nueva etapa y, si sabemos aprovecharla, será la definitiva para asentar una convivencia sólida y duradera", ha matizado.
Urkullu ha asegurado que el futuro de Euskadi pasa por una sociedad "fuerte y cohesionada", respetuosa con la pluralidad y la diversidad, y ha recalcado su compromiso por forjar un "nuevo futuro político" para el País Vasco, un territorio que quiere "progresar y ganar su propio espacio en Europa y el mundo". El lehendakari se ha referido así mismo a la crisis de los refugiados en Europa y ha indicado que el deber humanitario "significa prestar auxilio, sin dilación, a quien se encuentra en situación extrema de padecimiento, necesidad y emergencia".
También ha aprovechado su mensaje de fin de año para recordar los principios que han guiado y guiarán la acción de su gobierno: realismo, responsabilidad y solidaridad, compromiso con la honestidad, alta exigencia, gestión asentada en el rigor, transparencia y compromiso ético. Además ha afirmado que asume la legislatura con el objetivo de imprimir "un mayor nivel de autoexigencia" en la acción de gobierno.
Urkullu ha recordado que el proyecto que dirige está centrado "en la persona", se ha comprometido con el mantenimiento del Estado del Bienestar y ha afirmado que Euskadi no se puede "acomodar". "Toca movilizar, evolucionar, transformar y reactivar al conjunto de la sociedad", ha resumido el lehendakari, quien ha compartido su deseo y esperanza de que 2017 sea "un año mejor".
