Así lo han trasladado ante los periodistas en un acto celebrado en el Señorío de Bértiz, donde han hecho público un documento de trabajo acordado de forma conjunta en el que consideran que "se dan las condiciones para acordar los pasos que consoliden una nueva etapa en nuestra sociedad".
Conscientes del "carácter histórico" de la declaración de ETA, el Gobierno de Navarra y el Gobierno Vasco asumen así una serie de compromisos para "consolidar la convivencia", entre ellos a corto plazo una "reflexión crítica" sobre el pasado y un "consenso sobre la adaptación de la política penitenciaria" al nuevo contexto, que alcance a todas las fuerzas políticas.
A medio plazo, la "consolidación de una memoria plural y compartida", las políticas públicas de "reconocimiento y reparación de todas las víctimas de terrorismo" y la promoción de una "educación para la convivencia" son otras propuestas.
En cuanto a los compromisos, ambos gobiernos acuerdan promover una declaración "crítica y global" sobre el pasado que, incluyendo la violencia de ETA, sea compartida por todas las fuerzas políticas, y además promover un grupo de trabajo sobre política penitenciaria entre el Gobierno de Navarra, el Gobierno Vasco y el Gobierno español.