En su declaración ante el juez, Luis Medina ha justificado que las comisiones no se pactaron al inicio, aunque él "entendió" que le iba "a tocar un tercio". "No he sido engañado por el señor Luceño", ha asegurado, en contra de lo declarado ante el fiscal hace un año, cuando se mostró enfadado porque se acababa de enterar de que él se había llevado un millón frente a los 5,5 del otro investigado.
Ha asegurado que el fiscal "no dijo expresamente que tuviera prohibido disponer" de sus bienes, algo que hizo porque no pensó "que hubiera nada irregular", y que nunca intentó "defraudar nada". "No tengo conciencia de haber cometido ningún delito", ha defendido.
Alberto Luceño, a quien Podemos ha pedido imputar también por delito fiscal y alzamiento de bienes, ha justificado que su intención "era en parte ayudar al Ayuntamiento y por supuesto cobrar mi trabajo" y que la operación fue "limpia", y ha puesto de relieve que sólo se llevó el 47 por ciento en comisiones, "un porcentaje normal".
Con el dinero que ganó compró un piso y varios coches para alquilar, pero este negocio fue mal. Adquirió también tres relojes de lujo, dos de los cuales ha aportado este lunes al juzgado y se ofrece a hacer lo mismo con el otro, y ha lamentado que su empresa Takamaka le genera muchos gastos, y también quiere invertir en otras empresas.