Sánchez ha comenzado su intervención anunciando que continúa el "bloqueo parlamentario" y que lamentablemente, "no saldrá adelante el Gobierno que tanto necesita España".
Ha relatado que desde el principio, su propósito era conseguir un gobierno progresista para que ni la investidura ni la legislatura dependiera de formaciones independentistas, para lo que necesitaba o el voto afirmativo de Unidas Podemos o la abstención de las fuerzas conservadoras.
Después, ha explicado punto por punto en qué consistieron las negociaciones con el partido de Pablo Iglesias y ha cargado duramente contra él por rechazar todas las propuestas recibidas y pedir cosas imposibles.
"No se puede poner la Hacienda pública en manos de alguien que no ha gestionado nunca un presupuesto", ha dicho Sánchez, que después ha añadido que la formación morada ha exigido controlar el Ministerio de Trabajo para derogar la reforma laboral cuando "sabe perfectamente que para hacer eso depende de un órgano colegiado que es el Gobierno de España y el poder legislativo".
Le ha espetado que continúa sin entender que el Gobierno "tiene que ser sólo uno y no dos gobiernos en uno".
Ha terminado asegurando que si para ser presidente del Gobierno tiene que renunciar a sus principios y convicciones, prefiere no serlo ahora.