Por el momento, los casos confirmados se elevan a 13 en Euskadi, 5 de ellos sanitarios, con dos pacientes hospitalizados y 211 personas en aislamiento domiciliario por haber tenido contacto con infectados, de los cuales un centenar son profesionales de la salud.
La mesa interdepartamental del Gobierno Vasco presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha vuelto a reunir para estudiar la situación causada por esta epidemia, y ha decidido mantener las actuales medidas de prevención.
En Vitoria se va a estudiar elevar el nivel de alertaal desconocerse el origen del primer positivo, lo que implicaría reducir la movilidad, controlar los eventos multitudinarios, restringir agrupaciones de personas e incluso cerrar escuelas.
Si se dieran más casos se pasaría a la fase de mitigación, pero "ese es un escenario que en este momento no está sobre la mesa", ha recalcado la consejera de Salud, Nekane Murga, que ha hecho un llamamiento a la tranquilidad.
De los 13 enfermos por Covid-19 en Euskadi 5 son personal sanitario. Este colectivo -considerado de riesgo por su alto grado de interrelación con enfermos- representa además la mitad de las personas que están aisladas en sus domicilios.
"Muchos" trabajan en la red sanitaria de Álava, donde está el "foco" del virus en Euskadi, pero hay también profesionales de otras provincias contagiados por su relación de "amistad" con los casos positivos.
Murga ha informado de la próxima incorporación de 12 médicos al equipo de vigilancia epidemiológica para reforzar este servicio, en el que actualmente trabajan 25 personas. Se hará mediante una bolsa de trabajo abierta que no requiere de examen previo de acceso.
Ha reconocido que los contagios entre el personal médico han supuesto una merma en los centros sanitarios, especialmente en los hospitales alaveses de Txagorritxu y Santiago y en ambulatorio vitoriano de Olarizu.
Ha asegurado en todo caso que la atención está garantizada gracias a un esfuerzo organizativo y al refuerzo de médicos llegados de Bizkaia y Gipuzkoa.
Murga ha defendido la actuación de los responsables de Txagorritxu y de las autoridades sanitarias tras el primer positivo: una médico que había viajado a una zona que está no considerada de riesgo y que trabajó durante cinco días con síntomas leves.
Cuando el cuadro se agravó con fiebre solicitó que se le practicara la prueba correspondiente. El resultado se supo el viernes 28 a las 19.00 horas "y a las 19.10 ha había un comité de crisis y se empezó a identificar a sus contactos", ha relatado la consejera.
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