"Ningún tipo de maniqueísmo ni frustración posterior por no haber conseguido aquello que uno quería: solo se puede llegar a acuerdos si estamos dispuestos a ceder", ha reivindicado Puig este sábado a preguntas de los periodistas sobre la consulta catalana.
El 'president' ha reconocido que "sinceramente" desconoce qué sucederá este domingo, pero ha insistido en su confianza en que "se haga desde la convivencia, a pesar de la situación de crispación que hay en estos momentos". En definitiva, que "sea una jornada de la que no nos tengamos que arrepentir de nada", un día en el que "cada uno exprese su opinión, pero que desde luego la convivencia se garantice".
"Mañana, pasado mañana y al siguiente tenemos que hablar, hay que dialogar y buscar una salida concertada a esta situación porque, efectivamente, el problema territorial en España no es solo Cataluña", ha subrayado, para añadir su voluntad a "resetear de alguna manera el Estado" pero "desde el diálogo y atendiendo a todas las posiciones".
Preguntado por si cree que estaría justificado el uso de la fuerza si finalmente se llevar a cabo la votación, Puig ha abogado por "combinar claramente" el conjunto de la ley, que ha recordado que "surge de la política y, por lo tanto, se puede cambiar a través de mecanismos democráticos".
Eso sí, el jefe del Consell ha manifestado su confianza en que "todo el mundo sea consciente de que la vía de la confrontación no lleva a ninguna parte". "Confío en que todas las partes van a ser razonables y van a saber que, por encima de cualquier posición política, está la convivencia", ha zanjado.