La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Empleo, Yolanda Díaz, ha rechazado etiquetar como de 'extrema derecha' a los transportistas que llevan una semana de paro y ha asegurado que se trata de "los más vulnerables" dentro de la cadena de transporte, que llevan tiempo trabajando a pérdidas.
Frente a la posición defendida hace unos días por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y otros miembros socialistas del Gobierno, que llegaron a calificar de ultraderechistas a estos transportistas, la vicepresidenta 'morada' ha marcado distancias rechazando esa etiqueta.
"Nunca califico a nadie y me consta que quienes se están manifestando son los más vulnerables de la cadena del transporte, personas que están trabajando a pérdidas y cuentan con la comprensión el Gobierno", ha asegurado la también diputada de Unidas Podemos.
Aunque su Ministerio de Trabajo no participa en las negociaciones con el sector, Yolanda Díaz ha expresado su deseo de que se alcance un acuerdo "que satisfaga al sector en su conjunto", no solo a las grandes patronales del transporte. "En eso esta trabajando el Gobierno", ha dicho.
Siguen las diferencias con el PSOE sobre el Sáhara
Además, Yolanda Díaz se ha referido al giro de España sobre el Sáhara y ha subrayado que las diferencias con el PSOE persisten tras la comparecencia de Albares en la comisión de Exteriores. Díaz ha remarcado que las diferencias con el PSOE por su giro "unilateral" sobre el Sáhara Occidental "son de fondo" y "no se mudan" tras la comparecencia ayer en el Congreso del titular de Exteriore.
"No compartimos la decisión de fondo que unilateralmente ha tomado una parte del Gobierno", ha enfatizado Díaz en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso.
Dentro del espacio confederal han criticado que la parte socialista no ha sabido medir las consecuencias de este giro, como se apreció ayer durante la comparecencia de Albares con reproches generalizados de todas las fuerzas políticas.
El lunes, Díaz lamentó que Sánchez haya sido "incoherente" por cambiar de postura sobre el Sáhara con "enorme opacidad", aunque rechazó que ello supusiera la ruptura del Ejecutivo de coalición.
Unidas Podemos ya trasladó el viernes que no podía compartir esta postura, dado que suponía vulnerar las resoluciones de las Naciones Unidas y salir de la posición de neutralidad, afectando además a las relaciones con Argelia.