"Cuando el abogado nos indica la orden de desalojo (febrero de 2015) dejo de participar", ha asegurado Zapata en la vista oral que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid contra él y tres activistas del colectivo Patio Maravillas, acusados de un delito de usurpación de inmueble, por el que se enfrentan a una pena de 1.800 euros de multa cada uno.
Ahora bien, ha negado tener conocimiento de las otros dos peticiones por vía notarial de la empresa propietaria: La primera vez en febrero de 2014 cuando se les dio un plazo de 10 días y luego el 15 de septiembre del mismo año cuando tuvieron un mes.
Fue ya en el tercer requerimiento que se produjo el 19 de febrero de 2015, ya por vía judicial, cuando Zapata ha dicho que fue alertado por su abogado y, por lo tanto, optó por dejar de participar en las actividades que allí se realizaban.
Zapata ha explicado que su función allí era organizar "talleres de guión" y ha negado ser miembro la "Asamblea del espacio polivalente autogestionado Patio Maravillas", aunque luego ha reconocido su firma en un documento de la asamblea entregado al juzgado.
Tras la denuncia en septiembre de 2014 de la propietaria, Zapata ha admitido que se personó en la causa porque "quería explicar delante de un juez qué tipo de actividades se hacían en el Patio Maravillas".
"Considerábamos que hacíamos una defensa política del espacio", ha añadido.