Interpelado por los medios por la crisis del PSOE a la puerta de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, donde acudió a una entrevist Zapatero recordó que "por respeto" ha "guardado silencio" sobre este tema, sin acudir a las reuniones del Comité Federal, y se reafirmó en que debe "mantener esa posición".
Este silencio se hizo palpable cuando se le preguntó si Sánchez debe acatar o no la disciplina de voto del Grupo Socialista, que le exigiría la abstención mañana en la segunda votación de investidura de Rajoy, y si ha de dejar o no su acta de diputado ante una posición que no comparte. "Yo no soy quién para decirle a Pedro lo que quiere hacer o lo que debe hacer", despejó.
"Solamente diré que tengo una gran confianza en quien preside la Gestora, en Javier Fernández", incidió. "Le conozco desde hace mucho tiempo y sé que es una persona ponderada y seria y por tanto se hará una buena labor".
Zapatero expresó también su deseo de que "la legislatura empiece", por lo que se deduce que está de acuerdo con la abstención socialista en la investidura de Mariano Rajoy, de forma que "se aborden los problemas" y "pensemos en el futuro".
De una respuesta dentro de la entrevista a una pregunta sobre Venezuela sí se podría inferir que Zapatero no habría sido partidario de una consulta a la militancia socialista para decidir la posición ante la investidura. En su opinión, en la democracia directa pesa más la "pasión" que "la deliberación", por lo que rechazó los refendos "que dirimen" y dijo preferir los que ratifican un acuerdo político ya tomado. Por ello, manifestó su "fe en la democracia representativa".