Entre esa documentación había varios emails que el marido de la infanta Cristina remitió a su mujer para consultarle diversas gestiones que tenía intención de realizar al frente del Instituto Nóos.
Más en concreto, en uno de ellos, fechado el 20 de febrero de 2003, Urdangarin remite a la hija del Rey Don Juan Carlos "una comunicación de Nóos que tengo pensado enviar". Y prosigue: "Hay dos versiones. Clientes, 'colab' y amigos y la otra para Octagon (no quiero sacar ampollas). Léelo y dime lo que piensas please... Ciao".
En el mismo correo, el Duque le comenta que "a veces por no saber lo que piensas voy más perdido, pero mi reacción no es la de dejarte así".
Mediante otro email, del 17 de junio del mismo año, Urdangarin le reenvía a su mujer un mensaje de Nissan sobre la resolución del concurso 'Estudio de notoriedad World Series by Nissan', en el que esta compañía indica que una vez recibidos y analizados los presupuestos solicitados, la mejor oferta es la presentada por Nóos.
En otro correo, fechado el 5 de abril de 2004, el Duque reenvía adjunto a la Infanta un artículo que "trabajamos el día pasado en el seminario y un resumen del mismo. Me parece interesante".
El 26 de febrero de ese año, el Duque envío otro correo al secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, en el que le pedía que le diese "una copia a Cristina de mi parte".
Precisamente, el juez Castro dictó este martes un auto judicial en el que deniega la petición formulada por Urdangarin, de nulidad y expulsión de la causa de los emails aportados por su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres.
En este sentido, recordó que ni el Duque de Palma "ni una sola persona" ha alegado "en ningún momento" la falta de autenticidad de los emails aportados a la causa por Torres.
En el citado auto, el magistrado señala que durante su declaración, si bien Urdangarin hizo uso de su derecho a no contestar a las preguntas que así lo estimó oportuno, "en ningún momento alegó la falta de autenticidad de ningún concreto correo por el que se le preguntó, por lo que se está en el caso de desestimar que los correos aportados por copia impresa hayan sido objeto de alguna adulteración maliciosa que, además, de haberla sido, a buen seguro que habría tenido un contenido mucho más incriminatorio.
Asimismo, Castro emitió este martes otro auto en la que desestima los recursos planteados por Urdangarin y Torres contra la solicitud de la Agencia Tributaria para conocer si ambos se habían acogido a la regularización fiscal.