El año pasado, las zonas tropicales de nuestro planeta perdieron 3,7 millones de de hectáreas de bosques primarios: esta superficie equivale más o menos a la extensión de Bután, y supone que se perdió un espacio de bosque tropical equivalente a 10 campos de fútbol por minuto.
"El mundo dio dos pasos hacia delante y dos hacia atrás"
Este es uno de los datos que arroja la plataforma Vigilancia Forestal Mundial del Instituto de Recursos Mundial (WRI), que junto a la Universidad de Maryland (Estados Unidos) ha detectado que este retroceso de los bosques está relacionado con el aumento de las tierras dedicadas a la agricultura.
Mikaela Weisse, directora de Vigilancia Forestal Mundial, ha declarado sobre estos datos: "El mundo dio dos pasos hacia adelante y dos hacia atrás en lo que respecta a la pérdida de bosques del año pasado", afirma Weisse, sobre unos datos que muestran tendencias opuestas en diferentes zonas tropicales.
Mientras que la pérdida de bosque se ha reducido significativamente en Brasil y Colombia, ha aumentado en otros países como Laos, Nicaragua, Bolivia y Canadá, que ha afrontado durante el último año una serie de incendios sin precedentes.
"Las pronunciadas disminuciones en la Amazonia brasileña y Colombia muestran que el progreso es posible, pero la creciente pérdida de bosques en otras áreas ha contrarrestado en gran medida ese progreso", afirma que Weisse, que afirma que como sociedad "debemos aprender de los países que están logrando frenar la deforestación".
Brasil y Colombia reducen la deforestación
En el caso de Brasil y Colombia, la WRI indica que su tendencia a preservar los bosques se debe a los cambios de liderazgo político vividos en ambos países, que han reforzado la protección ambiental en sus territorios.
Bajo el mandato del presidente brasileño Lula da Silva, el país americano alcanzó su nivel más bajo de deforestación desde el año 2015, tras experimentar una reducción del 36% en la pérdida de bosques primarios. Sin embargo, Brasil sigue siendo el país que más contribuye a la pérdida mundial de bosque, con una contribución del 30% de las hectáreas.
En Colombia, país presidido por Gustavo Petro desde 2022, se ha reducido la pérdida de bosques primarios prácticamente a la mitad, con una reducción del 49%.
A pesar de la tendencia positiva de Brasil y Colombia, otros países como la República Democrática del Congo y Bolivia presentan datos poco alentadores: el país africano resulta relevante, pues la cuenca del Congo, por su densidad de vegetación, es un "sumidero de carbono" que absorbe más CO2 del que emite. Sin embargo, en 2023 este país perdió medio millón de hectáreas de bosque primario.
Pérdida de bosques tropicales en Bolivia, Indonesia y en el Congo
En Bolivia, la pérdida de bosques primarios creció un 27% en 2023, superando su tasa máxima por tercer año consecutivo. Fue el año pasado el tercer país tropical con mayor pérdida de bosques primarios, a pesar de no presentar una superficie forestal tan grande como la República Democrática del Congo o Indonesia:el 51 % de la deforestación se debió a los incendios, y la producción de soja se situó como la segunda causa en la pérdida de bosques.
En Indonesia también se experimentó un aumento del 27% en la pérdida de los bosques primarios en 2023, si bien la WRI señala que esta tasa es históricamente baja comparada con los datos de la década de 2010. A pesar de la racha de incendios provocada por el fenómeno del niño en 2015, el fuego no tuvo los efectos tan perniciosos que se esperaban.
Laos y Nicaragua también perdieron una gran cantidad de bosque, debido principalmente a la expansión agrícola vivida en ambos países. El informe señala también el caso de Canadá, donde el año pasado se sufrió la peor temporada de incendios jamás registrada.
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