El pasado 8 de diciembre el buque 'Toconao', con bandera de Liberia y armador alemán, perdió 26.250 kilos de péllets de plástico frente a las costas portuguesas, que han ido llegando desde entonces a las costas españolas de Galicia y el litoral cantábrico.
Asturias fue la primera comunidad autónoma en elevar la alerta al nivel 2 para pedir al Gobierno central su intervención y le siguieron en el día de ayer Galicia y Cantabria. El Gobierno vasco activó también el Plan de Emergencia y analiza si los péllets recogidos en una playa vizcaína proceden de este mismo vertido.
Desde que la noticia ha copado todas las portadas, el Gobierno central y la Xunta de Galicia han estado cruzando reproches sobre la gestión de esta crisis medio ambiental. Mientras, voluntarios y trabajadores se afanan en limpiar las principales playas afectadas.
¿Podría afectar a la salud?
El ministro de Agricultura, Pesca de Alimentación, Luis Planas, declaró ayer que el vertido de péllets de plástico en las costas de Galicia no está generando problemas para el consumo humano. "No existe ninguna noticia ni ninguna información de problemas vinculados a esta situación que deriven en problemas para el consumo de pescado o de marisco de Galicia".
Horas después se ha conocido el contenido de dos informes solicitados por la Xunta que el gobierno gallego esgrime para asegurar que las bolitas blancas llegadas a las costas no son tóxicas,
El primero, firmado por el doctor en Ciencia y Tecnología de Polímeros Santiago García Pardo, concluye que que las bolitas de plástico no son peligrosas y son aptas "para uso alimentario". Se trata de una primera analítica de urgencia, en la que el experto no ha analizado los pellets en sí mismos, sino que se ha realizado "en base a las fichas técnicas y fichas de seguridad facilitadas".
Pero el otro informe encargado por la Xunta para determinar la posible toxicidad de las bolitas de plástico contiene un párrafo con advertencias sobre posibles riesgos que pueden correr las personas que están ayudando en la recogida del vertido en las playas.
Según recoge El País, el informe, elaborado por el Cetim, el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial, radicado en A Coruña y de carácter privado, dice concretamente que "en lo referente a medidas en caso de vertido accidental, se indica no inhalar el polvo, evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido, así como evitar la formación de polvo". "Para su manejo y almacenamiento", añade el informe, "se recomienda no inhalar el polvo, evitar el contacto con piel y ojos y, por lo tanto, el uso de gafas de protección y guantes".
Sin embargo en las conclusiones de este mismo informe se especifica que tanto el pellet como sus componentes se clasifican en el reglamento europeo como "sustancia o mezcla" que "no es peligrosa" y su empleo está permitido para entrar "en contacto con alimentos".
Bruselas advierte de la amenaza para el medio ambiente
El comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, ha advertido de que el vertido "amenaza el medio ambiente y actividades económicas como la pesca", al tiempo que se mostró "ansioso" por discutir cómo "ayudar mejor".
El responsable de Medioambiente del Ejecutivo comunitario ha señalado además que "las normas de la UE sobre el vertido de péllets y la acción internacional son clave para luchar contra la contaminación de plásticos en el futuro".
Desde la Comisión Europea han destacado que son las autoridades nacionales las encargadas de gestionar en lo inmediato los vertidos de péllets de plásticos como el ocurrido en España, mientras Bruselas trabaja en medidas a medio y largo plazo para reducir la contaminación por microplásticos.
Preocupación de los pescadores
Otro sector que está especialmente preocupado por las consecuencias del vertido es el de la pesca. Pese a que el ministro Planas declaró ayer que no había constancia de "afectación del sector pesquero como consecuencia de esta polución por los pellets, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nates, ha mostrado su "preocupación" ante la llegada de las bolitas a las costas del Cantábrico y por las posibles consecuencias cuando emerja la caballa o comience, en marzo, la costera de la anchoa.
Reclama además más información o recomendaciones por parte de expertos, si bien apunta que desde el Gobierno de Cantabria se ha comunicado a la flota la elevación del nivel protección para pedir al Ejecutivo central su intervención en alta mar y evitar la llegada masiva de pellets a la costa de la comunidad autónoma.
