La situación de la Franja de Gaza 100 días después de los atentados de Hamás en Israel es dramática. Varias agencias de la ONU advierten de que miles de personas "corren el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de los camiones repletos de alimentos". Naciones Unidas pide urgentemente más ayuda para Gaza, "al borde de la hambruna", la apertura de nuevos corredores humanitarios que palien la grave crisis que sufren los palestinos. La ayuda humanitaria sigue entrando con cuentagotas, sólo por los pasos de Ráfah (controlado por Egipto) y el de Kerem Shalom (controlado por Israel).
Hay al menos 2,2 millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria aguda, recuerda Naciones Unidas, sin posibilidad de llevar una dieta mínima. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud avisan de que es crucial para el futuro del pueblo palestino "evitar la combinación mortal de hambre, desnutrición y enfermedad", especialmente en el norte de la Franja de Gaza.
Aseguran desde el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas que "cada hora perdida pone en riesgo innumerables vidas".
La guerra en Gaza ha dejado además en una situación precaria los servicios básicos como el agua, saneamiento y la salud, que podrían causar nuevas emergencias dentro de la emergencia, sobre todo en el caso de los más vulnerables. UNICEF teme que la desnutrición infantil aguda aumente cerca de un 30%, hasta afectar a 10.000 niños y niñas gazatíes.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) exige "restaurar el valor de la vida humana tras 100 días de muerte, destrucción y desplazamiento masivo" por la guerra en Gaza.