Salah Abdeslam ha pasado su primera noche en prisión en la cárcel de máxima seguridad de Brujas. El terrorista está en una célula de aislamiento, que tiene doble puerta, el mobiliario fijado al suelo y donde los objetos son controlados regularmente para evitar que nadie pueda resultar herido.
De esa penitenciaría sólo saldrá el miércoles para que un comité judicial decida sobre su extradición a Francia. El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, afirmó que Abdeslam, "uno de los principales responsables de los atentados" de París el pasado 13 de noviembre, "deberá responder de sus actos ante la justicia francesa". Sin embargo, el letrado del terrorista ha manifestado que Abdeslam tiene pensado rechazar su extradición a Francia.
El traslado a Francia, según informan desde Bruselas, podría tardar aún tres meses. Mientras tanto, la Policía belga no ha perdido el tiempo, y los interrogatorios al francés de origen marroquí han dado ya sus frutos. y Abdeslám ha confesado haber formado parte del comando que atentó en el estadio de París el 13 de noviembre. "Durante el interrogatorio, Abdeslám ha afirmado que quería hacerse explotar en el Estadio de Francia, pero al final se echó atrás", explicó el fiscal general de París.
Declaraciones como esta suponen para la defensa del terrorista una "violación del secreto de instrucción", por lo que su abogado, el mediático Sven Mary, ha anunciado que denunciará este lunes al magistrado francés.
Polémicas aparte, los investigadores consideran que el papel de Abdeslam fue fundamental en la planificiación de esa ofensiva terrorista que causó 130 muertos. Además de alquilar los vehículos necesarios, compró material para fabricar explosivos y reclutó en países como Hungría a varios de los kamikazes.
