La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado este jueves la "apatía" y la "inacción" por parte de la comunidad internacional frente al repunte del desplazamiento forzado, que afecta ya a 120 millones de personas en todo el mundo y lastra especialmente a las poblaciones de zonas en guerra como Sudán, Birmania o la Franja de Gaza.
En su informe 'Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado', ACNUR ha señalado que estos casos requieren acciones "urgentes" para acabar con estas tendencias. Así, ha alertado de que durante doce años consecutivos se han registrados incrementos en las cifras globales de desplazamiento forzado.
En este sentido, ha puntualizado que el aumento a lo largo de 2024 se debe tanto a consecuencias de conflictos nuevos y existentes como a la incapacidad de resolver crisis prolongadas. En base a estos datos, si la población desplazada a nivel global fuera un país, sería el decimosegundo más grande del mundo, aproximadamente del tamaño de Japón.
El conflicto de Sudán, factor determinante para entender las cifras
Un factor que ha resultado determinante en el aumento de las cifras ha sido el devastador conflicto en Sudán: desde abril de 2023 se han registrado más de 7,1 millones de nuevos desplazamientos internos y más de 1,9 millones de desplazamientos hacia el exterior.
A finales de 2023, un total de 10,8 millones de personas sudanesas se había visto obligada a desplazarse dentro y fuera del país. Además, millones de personas han tenido que desplazarse también en Birmania y República Democrática del Congo debido a los violentos enfrentamientos que han tenido lugar durante el último año.
Por otra parte, a finales de 2023 eran 1,7 millones las personas que habían tenido que desplazarse en la Franja de Gaza, lo que supone un 75 por ciento de la población. Entre los desplazados en la zona hay refugiados palestinos que han tenido que abandonar sus viviendas en más de una ocasión.
En este sentido, Siria sigue siendo albergando la mayor crisis de este tipo en todo el mundo, con 13,8 millones de desplazados. "Detrás de estas crudas cifras, que se mantienen al alza, se esconden innumerables tragedias humanas. El sufrimiento debe impulsar a la comunidad internacional a actuar con urgencia para abordar las causas del desplazamiento forzado", ha declarado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi,
"Es momento de que las partes en conflicto respeten el Derecho Internacional y las leyes básicas de la guerra. La realidad es que, si no hay una mayor cooperación ni esfuerzos conjuntos para abordar los conflictos, las violaciones de los Derechos Humanos o la crisis climática, las cifras de desplazamiento seguirán aumentando, lo que traerá consigo más sufrimiento y costosas respuestas humanitarias", ha lamentado.
Los datos recabados por ACNUR apuntan a que los niños suponen el 40 por ciento de la población mundial desplazada a pesar de que constituyen el 30 por ciento de la población global.
España es uno de los países que más solicitudes de asilo recibe
Los datos muestran que entre los países que mayor número de solicitudes de asilo reciben se encuentran Estados Unidos, Alemania, Egipto, España y Canadá, entre otros. Sin embargo, en cuanto a la densidad de población son Aruba, Líbano, Montenegro, Curazao y Jordania los países con mayor número de desplazados.
Según ACNUR, más de cinco millones de desplazados internos y un millón de refugiados volvieron a sus hogares durante 2023, unas cifras que muestran ciertos avances hacia soluciones de más largo plazo.
"Las personas refugiadas y las comunidades que las acogen necesitan solidaridad y una mano amiga. Todas ellas pueden contribuir a la sociedad, y en efecto lo hacen, cuando hay inclusión", ha manifestado Grandi, que ha aclarado que "en 2023 millones de personas regresaron a sus hogares, lo que aviva la esperanza".
"Existen soluciones: hemos visto a países como Kenia liderar la inclusión de los refugiados, pero hace falta un compromiso real", recoge el texto, que ofrece un nuevo análisis sobre la crisis climática y establece los posibles efectos sobre los desplazados.
En total, ACNUR estima que 4,4 millones de personas son apátridas, si bien otras 565.900 han logrado la ciudadanía en algún país desde que la agencia puso en marcha un programa al respecto en 2014.