Salma al-Shehab, estudiante de doctorado de la Universidad de Leeds en Reino Unido, fue arrestada el pasado 2021 mientras se encontraba de vacaciones en Arabia Saudí. Finalmente, ha sido condenada a 34 años de cárcel, lo que hace que esta sea la mayor pena impuesta hasta el momento por expresar de manera pacífica sus opiniones.
El Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCDH) ha expedido un comunicado denunciando la situación. En el documento se muestra la pena impuesta por el Tribunal Penal Especializado de Apelación, que además de condenarle a prisión le prohibió "viajar al exterior durante un periodo similar tras cumplir su sentencia". Señala que es una sentencia "injusta" que solamente tiene que ver con sus "actividades pacíficas y civilizadas en Twitter". La ONG ha mostrado sus preocupaciones, señalando que esta condena puede ser "el inicio de una nueva tendencia que las autoridades saudíes sigan en los próximos días, como mecanismo para castigar a todos los que critican sus políticas".
También se ha hecho eco la organización Amnistía Internacional (AI), que este jueves acusó a las autoridades saudíes de detención ilegal, señalando que deben poner en libertad "de forma inmediata e incondicional" a al-Shehab. Denuncian que las autoridades saudíes la obligaron a permanecer en aislamiento prolongado durante 285 días antes de ser juzgada. Estos hechos muestran una violación de las normas internacionales y de la Ley de Procedimiento Penal de Arabia Saudí, ya que encima se le negó el acceso a representación legal durante ese tiempo.
Durante su juicio de apelación, el juez acusó a la mujer de "apoyar a quienes buscan perturbar el orden público, desestabilizar la seguridad y la estabilidad del Estado" y publicar tuits buscando "perturbar el orden público, desestabilizar la seguridad de la sociedad y la estabilidad del estado". Con esto hacen alusión a los artículos 34, 38, 43 y 44 de la Ley Antiterrorista y el artículo 6 de la Ley contra el Ciberdelito.
Un castigo "cruel e ilegal"
La estudiante y madre de dos, perteneciente a la minoría chiita de Arabia Saudí, fue condenada de manera inicial a seis años de prisión a mediados de 2022. Después de una apelación realizada el pasado 9 de agosto, esta pena se vio muy elevada tras "un juicio manifiestamente injusto". Tachan la situación de "indignante", ya que es un "castigo tan cruel e ilegal" impuesto "simplemente por usar Twitter y retuitear a activistas que apoyan los derechos de las mujeres".
Diana Semaan, directora adjunta en funciones de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha sido la autora de estas declaraciones. Ha aprovechado para indicar que "nunca debería haber sido condenada en primer lugar", pero el aumento de sentencia es lo que "demuestra que las autoridades tienen la intención de utilizarla para dar ejemplo en medio de su implacable represión de la libertad de expresión". Por lo tanto, pide su inmediata liberación, para que pueda reunirse con su familia y continuar con sus estudios.
Una alta cantidad de casos
"La sentencia contra Salma al-Shehab marca una escalada alarmante en el uso de la ley antiterrorista de Arabia Saudita para criminalizar y restringir indebidamente el derecho a la libertad de expresión" reclaman desde AI. La organización también podido conocer, a través de activistas que conocen el caso de al-Shehab, que existen más casos de activistas por los derechos de las mujeres que han sido detenidas por sus comentarios en la red social desde esta detención. Aun así, existe un gran temor a represalias en el país, lo que disuade a las personas de hablar sobre este tipo de casos en redes o medios de comunicación.
"Arabia Saudí debe poner fin a su implacable represión contra las activistas por los derechos de las mujeres y cualquier otra persona que se atreva a decir lo que piensa libremente. Las mujeres como Salma deben ser reconocidas y protegidas, no ser atacadas por expresar sus opiniones. Las autoridades también deben dejar de equiparar la libertad de expresión con el 'terrorismo'. Deben derogar o enmendar sustancialmente las leyes saudíes contra el terrorismo y la ciberdelincuencia, que criminalizan la disidencia, y promulgar nuevas leyes que sean totalmente compatibles con las leyes y normas internacionales de derechos humanos", finalizó Semaan.