La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha criticado en Naciones Unidas el papel de Europa en la crisis de los refugiados y pidió que se produzca "un cambio radical" en las medidas de acogida en territorio europeo.
"Nos avergüenza profundamente que hoy mueran miles de niños y niñas, personas mayores y enfermas, hombres y mujeres ahogadas en nuestro mar Mediterráneo, pasando frío o penitencia en las fronteras de Europa. No es propio de ciudades que quieren ser del primer mundo y ejemplo de los Derechos Humanos", dijo la alcaldesa.
Su intervención fue durante la reunión preparatoria de la conferencia Hábitat III de la ONU, que se celebrará en Quito del 17 al 20 de octubre con el objetivo de coordinar esfuerzos entre los gobiernos locales y regionales para un desarrollo urbano sostenible las próximas décadas.
Colau participó en nombre de las ciudades europeas y señaló que el progreso pasa por la cooperación entre Estados y ciudades.
"Barcelona se ofrece con humildad a cooperar para que Quito no sea una cita más de la agenda internacional. Que Quito sea un antes y un después", reclamó la alcaldesa de Barcelona, que alertó a sus homólogos y representantes territoriales de que todas las instituciones están sufriendo una fuerte crisis de legitimidad.
Colau recalcó que es una responsabilidad de "todos" reubicar, acoger e integrar a las personas que llaman a las puertas de Europa "huyendo de la guerra y la miseria".
"Para terminar con las políticas frente a la desigualdad o de acogida de los refugiados debemos cooperar con los estados. Si no lo hacemos, estamos todos en juego. Nadie se libra de esto", insistió.
Colau demandó más competencias para los gobiernos locales para "dar respuesta a los derechos fundamentales de los ciudadanos", aunque matizó que las ciudades no pretenden "competir" con los Estados ni buscar protagonismo gratuito.
En este sentido, la alcaldesa repasó ante los presentes su día a día en la Ciudad Condal, y puso ejemplos de las interpelaciones que vecinos desempleados o en situación de riesgo le hacen frente a la escuela pública donde lleva su hijo, en sus trayectos en metro o simplemente por la calle.
"A muchos les debo responder que no todo depende de mí, que depende de los estados. Sin embargo, no quiero responder con excusas", sostuvo.
Barcelona, según la alcaldesa, tiene una ciudadanía "exigente" y "comprometida" que ha levantado la voz y a la que se debe "escuchar y obedecer", lo que es "una de las noticias más positivas de los últimos años".
Así, la alcaldesa recordó que los movimientos ciudadanos, desde el zapatista de México hasta la Primavera Árabe o la ola de indignados del 15-M, que ayer cumplió cinco años, "deben llenarnos de esperanza" porque "no hay mejor noticia para la democracia que la ciudadanía comprometida y responsable".
Muchos de estos movimientos surgieron en las principales plazas de las ciudades, por lo que Colau vinculó el concepto de "espacio público" con el "derecho a la ciudad".