La joven, una estudiante de tercero de secundaria del distrito tokiota de Koto, sustrajo la cantidad en metálico de la casa de una compañera de curso durante varias visitas entre los meses de enero y febrero, para repartirla después entre otros 10 compañeros, según recogen hoy medios locales.
La menor admitió los cargos este domingo después de ser arrestada por la policía, que ha recuperado ya 7,9 millones de yenes (cerca de 60.000 euros), indicó la agencia japonesa Kyodo.
La estudiante entregó cerca de un millón de yenes a cada uno de sus compañeros (7.500 euros) tras quedar excluida del grupo de amigos, un hecho que le generó mucho estrés, añadió la fuente.
A mediados de febrero, fue la madre quien informó del caso a la policía, al encontrar una bolsa con dinero dentro del armario de la menor, quien le contó que alguien desconocido le había pedido que lo guardara, según la cadena pública NHK.