El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que se espera que la aplicación del pacto comience el 4 de abril.
En virtud del arreglo, logrado en las últimas horas, en una primera etapa saldrán unos 8.000 civiles de Fua y Kefraya, a cambio de la evacuación del mismo número de combatientes y ciudadanos de Madaya y Al Zabadani.
En la segunda etapa, otras 8.000 personas abandonarán Fua y Kefraya, a cambio de la salida de otras 8.000 del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en el sur de Damasco.
Fua y Kefraya son dos pueblos de mayoría chií de la provincia de Idleb, asediados por varias facciones islámicas e insurgentes, entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda.
Madaya y Al Zabadani están situadas al noroeste de Damasco y están sitiadas por Hizbulá y milicias progubernametales sirias. Y Al Yarmuk está rodeado por efectivos leales al Gobierno sirio.
Los evacuados de Fua y Kefraya se dirigirán a zonas bajo el control de las autoridades en la capital siria y su periferia, mientras que los rebeldes y los civiles que salgan de Madaya, Al Zabadani y Al Yarmuk irán a la provincia de Idleb y a Yarabulus, en el norte de Alepo.
El pacto contempla, además, la salida de 1.500 detenidos de prisiones gubernamentales sirias y un alto el fuego de nueve meses que todas esas áreas, así como en barrios vecinos de Al Yarmuk, como Babila, Beit Sahem y Yalda.
En septiembre de 2015, se logró un acuerdo similar en esas zonas, que posibilitó la salida de algunas personas, pero que no llegó a completarse por la continuación de las hostilidades.
El pacto actual se produce mientras se celebran en Ginebra conversaciones de paz indirectas entre una delegación del Gobierno sirio y otra de la oposición, auspiciadas por la ONU.