"200 personas fueron detenidas el sábado, 150 personas el domingo y unas 100 personas el lunes", ha indicado el vicegobernador de la provincia de Teherán, Alí Asghar Naserbakht, citado por la agencia de noticias semioficial ILNA. El dato se conoce después de que el Gobierno asegurara este lunes que se había detenido a un número indeterminado de personas que estarían detrás de los disturbios registrados en algunas de las manifestaciones de los últimos días en el país, agregando que "hay esfuerzos en marcha para arrestar a otros tan pronto como sea posible".
En su comunicado, el Ministerio de Inteligencia ha apuntado que "algunas de las manifestaciones pacíficas celebradas para expresar demandas derivaron en violencia debido a la presencia de elementos sospechosos y agresivos", según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim. El Ministerio, según la agencia IRNA, ha reconocido que se han producido "daños en propiedades públicas y también víctimas", si bien no ha ofrecido cifras.
Desde el jueves pasado, en Irán se están registrando las protestas más graves desde las que tuvieron lugar en 2009 a raíz de la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad. Las protestas comenzaron en Mashhad, segunda ciudad del país, y se han extendido a otras ciudades, incluida Teherán. La televisión estatal informó este lunes de al menos diez muertos solo el domingo. Asimismo, durante la jornada del lunes murió un policía por disparos durante una manifestación en la localidad de Nayafabad, según ha confirmado un portavoz de la Policía.
Inicialmente, los manifestantes reclamaban mejoras económicas y protestaban contra la subida de los precios, pero en muchos lugares se ha pasado a consignas en contra del estamento religioso que gobierna el país, incluido el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Así, en algunas ciudades se han escuchado cantos de "muerte al dictador".