Las plantas de tratamiento no logran filtrarla y acaban en el Támesis, adonde llega, sobre todo, en los días de lluvia cuando las alcantarillas se desbordan. Todo esto tiene su explicación. Este estudio ha demostrado que la cocaína se ha dejado ya de consumirse los fines de semana, para hacerlo todos los días y de forma constante.
Es más, advierte el director del estudio, Adam Winstock, que su consumo va a más porque las nuevas tecnologías hacen posible una distribución más rápida y anónima.