"Las condiciones meteorológicas son regulares. No son ni óptimas ni muy desfavorables, son regulares. Es posible que mañana se complique un poquito más a vientos fuertes del sector norte", explicó en una conferencia de prensa en la sede central de la Armada el capitán de navío y portavoz del cuerpo castrense, Enrique Balbi.
En el primer parte oficial del día sobre la búsqueda de la nave, en la que participan medios aéreos, navales y logísticos argentinos y de otros tres países, entre ellos EEUU, Rusia y el Reino Unido, Balbi remarcó que se está realizando el barrido del fondo del mar en un área con un radio de 36 kilómetros, coincidente con la zona donde se registró una explosión el día en que desapareció el sumergible.
"Los medios ya están desplegados", catorce naves de diversas nacionalidades en la posible trayectoria que seguía el submarino, seis de ellas realizando un "barrido lento" de la zona dentro del radio marcado por el registro de la explosión, continuó el portavoz.
En la zona también se encuentra "un vehículo sumergible remoto de Estados Unidos" que llega hasta 900 metros de profundidad.
Estos buques, acompañados por tres aeronaves, participan en el operativo de búsqueda, que se realiza entre los 200 y los 1.000 metros de profundidad en la zona en la que se comunicó el submarino por última vez, en el golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa patagónica argentina.
Además de estas unidades de búsqueda se espera la llegada esta tarde de un minisubmarino de Estados Unidos, que está siendo transportado por el buque noruego "Sophie Siem" y que puede descender hasta los 600 metros de profundidad.
Sin embargo, se trata de "un submarino de rescate", por lo que antes hay que hallar la nave. "Primero hay que tratar de localizar y detectar el submarino asentado en el fondo", subrayó Balbi.
Zarpará "en las próximas horas" también un "vehículo de inspección 'subaqua'" con "capacidad de inspección ocular con cámaras de alta calidad y fotografía" que puede descender hasta los 300 metros.
Además del avión más grande del mundo y otros recursos materiales y humanos, se espera que el 5 de diciembre llegue desde Rusia el barco de exploración científica "Yantar", que cuenta con equipamientos de alta tecnología de inspección subacuática y puede operar a profundidades de hasta 6.000 metros.
Balbi insistió en que el submarino "no tenía torpedos de combate" y agregó que tampoco hay "ningún indicio" de que haya habido "ningún ataque exterior al submarino" ni se ha registrado la presencia de minas en la zona.
Igualmente, "a esa profundidad una mina apoyada en el fondo no podría llegar a producir una detonación", argumentó Balbi en el caso de que las hubiera habido.
"Sí se puede tal vez haber producido un incendio o un ardo voltaico y haber producido una implosión", razonó Balbi.
El ARA "San Juan" registró el pasado 15 de noviembre "ingreso de agua por el snorkel porque estaba cargando baterías", agua que cayó sobre una batería y provocó un "cortocircuito y principio de incendio".
Dicho cortocircuito fue "subsanado", aislaron "eléctricamente la batería" y siguieron con su recorrido hacia la base en Mar del Plata propulsados por "circuito de popa", explicó Balbi.
Fuentes de la Armada tampoco descartaron que, tras doce días de búsqueda, los 44 submarinistas desaparecidos puedan encontrarse todavía en una situación de "supervivencia extrema", una posibilidad que barajan en la Armada desde este fin de semana.