La autopsia apunta que el menor falleció al sufrir complicaciones relacionadas con la desnutrición, la microesteatosis del hígado y presentar hinchazón en manos, pies y piernas.
Según informa el medio News-Press, el 27 de septiembre de 2019, Sheila O'Leary (35 años) fue quien llamó a urgencias al encontrar a su bebé sin respiración y frío. Ryan O'Leary (30 años), el padre, procuró reanimarlo sin éxito. El personal médico declaró al niño fallecido en la escena.
Posteriormente, se presentaron detectives con la Unidad de Delitos Mayores y evidenciaron la desnutrición extrema que padecían tanto el bebé fallecido como el resto de sus hijos, de 3 y 5 años de edad, que presentaban un color pálido. El Departamento de Niños y Familias los sacó inmediatamente de la casa por su seguridad.
La dieta de los niños consistía en ingerir sólo alimentos crudos y fruta,principalmente mangos, plátanos y aguacates, según explicaron los padres a los agentes. Además, apuntaron que el niño había nacido en casa y que nunca había visitado a un médico.
Los padres, acusados por homicidio y negligencia infantil, fueron trasladados a la cárcel del condado de Lee. Permanecerán en prisión hasta que se celebre el juicio el 9 de diciembre.