El número de jóvenes muertas en Guatemala tras el incendio ocurrido en un centro de menores ha aumentado a 34, mientras que 20 permanecen ingresadas por el fuego que se declaró cuando protestaban por supuestos abusos sexuales y físicos.
Doce de las niñas perdieron la vida en las últimas horas y las que siguen internadas presentan quemaduras de hasta cuarto grado, por lo que la mayoría de ellas, de entre 12 y 17 años, está en estado grave y el riesgo de mortalidad es alta, según los médicos.
De acuerdo con las primeras pesquisas, el fuego fue originado por las mismas jóvenes en unos colchones del Hogar Virgen de la Asunción, una casa hogar administrada por el Estado y con un hacinamiento que ya había motivado múltiples denuncias.
Un joven del centro, identificado como Daniel, contó a la prensa que las chicas estaban encerradas bajo llave en un aula al momento del suceso, y denunció que las autoridades tardaron mucho en reaccionar. La casa hogar de menores, ubicada en el municipio capitalino de San José Pinula, ha estado envuelta en polémica desde el año pasado.
Al menos 47 jóvenes se fugaron entonces, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.
En el centro, hay internados 748 menores de ambos sexos, aunque tiene capacidad para 400. Entre ellos, además de huérfanos o víctimas de violencia, también hay algunos acusados de pertenecer a pandillas o de delitos criminales, denunciaron los familiares.
Ante lo ocurrido, el Gobierno destituyó al director, decretó tres días de luto y reconoció que la tragedia se pudo haber evitado, pero responsabilizó de ello a las autoridades judiciales por no autorizar el traslado de los menores más problemáticos a otros centros.