En las últimas horas, EEUU ha advertido sobre una gran amenaza proveniente de Rusia. Según la Administración de Joe Biden, el país de Putin estaría diseñando nuevo armamento para derribar satélites extranjeros en el espacio.
El miércoles el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el republicano Mike Turner, ya informó con un enigmático mensaje sobre una "grave amenaza" a la seguridad nacional que todos los miembros del Congreso tienen que conocer.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha confirmado esa supuesta amenaza que se trata de "una tecnología antisatélites que Rusia está desarrollando", pero no ha aclarado si se trata de un tipo de armamento que incluye capacidad nuclear, algo que habían reportado algunos medios.
"No estamos hablando de un arma que pueda ser utilizada para atacar a seres humanos o para causar una destrucción física aquí en la Tierra", ha informado.
¿Qué tipos de armas antisatélite hay?
Las armas antisatélite, como su nombre indica, se emplean para destruir o incapacitar satélites con fines estratégicos militares. Para ello, se busca un impacto directo o tecnología como ciberataques o lásetes.
Orígenes de las armas antisatélite
En plena competencia espacial con la Unión Soviética, Estados Unidos lideró el desarrollo del primer arma antisatélite. Este acontecimiento tuvo lugar después de que la Unión Soviética lanzara el Sputnik 1 en 1957, el primer satélite artificial de la Tierra. La respuesta estadounidense fue la creación del Bold Orion, un misil balístico que, en 1959, fue lanzado con éxito desde un avión, logrando derribar un pequeño satélite de la NASA.
Evolución de la tecnología antisatélite
En los últimos años, diversas potencias han intensificado sus actividades militares en el espacio. China, ingresando en 2007 a esta competencia al destruir un satélite meteorológico con un misil balístico, probó en 2021 un sistema de misil FOBS, capaz de disparar una ojiva nuclear en órbita terrestre baja. Rusia, por su parte, lanzó en 2021 un misil antisatélite de ascenso directo, generando preocupación internacional al dejar 1.500 piezas de escombros que afectaron la Estación Espacial Internacional. En 2022, Estados Unidos se comprometió a cesar las pruebas de misiles antisatélites, abogando por una normativa internacional para un comportamiento responsable en el espacio.
Gestión de la basura espacial
Una inquietud significativa en la comunidad científica es la generación de basura espacial tras la destrucción de satélites. Este fenómeno deja miles de fragmentos en órbita alrededor de la Tierra, planteando riesgos para futuras misiones espaciales.
Respuesta de Rusia
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Ryabkov, ha respondido las acusaciones sobre los supuestos planes antisatelitales de Moscú, calificando las afirmaciones de Estados Unidos como "historias maliciosas" e instando a presentar pruebas ante las acusaciones infundadas.