La segunda ola del coronavirus ya está presente en prácticamente toda Europa, donde los principales países endurecen las restricciones para prevenir una transmisión comunitaria tan elevada como la de la pasada primavera que obligue a decretar confinamientos más estrictos como en los meses de marzo y abril. Conoce cuáles son las principales medidas que han tomado algunos de los países europeos.
Francia impone el toque de queda
Ante el aumento de los contagios, el Gobierno de Emmanuel Macron ha decidido decretar el estado de emergencia e imponer un toque de queda de 21:00 a 06:00 a partir de este sábado 17 de octubre en las zonas más afectadas por la pandemia: París, Grenoble, Lille, Lyon, Aix-Marseille, Rouen, Toulouse y Montpellier.
Las multas por su incumplimiento serán de 135 euros y, para los reincidentes, 1.500, aunque las personas que regresen de trabajar después de las 21:00 están excluidas de cumplirlo, igual que aquellos que experimenten una emergencia sanitaria. Macron tiene intención de que el Parlamento francés autorice su extensión hasta el 1 de diciembre: "Seis semanas es el tiempo que nos parece útil".
Las medidas en Francia comenzaron el pasado mes de julio, cuando el Ejecutivo decretó la mascarilla obligatoria en todo el país en espacios cerrados y algunos abiertos muy concurridos. Un mes después, esta obligatoriedad se extendió a los espacios públicos de varias ciudades y a finales de agosto, el Ejecutivo lo impuso en la ciudad de París.
A su vez, la capital francesa cerró desde el pasado 5 de octubre y durante quince días todos los bares, gimnasios y piscinas, y suspendió ferias, congresos y salones profesionales. Mientras, los restaurantes, teatros y cines sí permanecen abiertos pero con restricciones.
Además, el país también desarrollará una nueva aplicación de rastreo de contagios tras reconocer Macron el fracaso de la que se usa actualmente, 'StopCovid'.
Portugal decreta el estado de calamidad
El Gobierno portugués decretó el pasado 14 de octubre el estado de calamidad en todo el país -que se encontraba previamente en estado de contingencia- y prohibió las reuniones de más de cinco personas tanto en la calle como en restaurantes y locales comerciales. Estas medidas estarán vigentes durante un periodo de quince días.
Asimismo, el primer ministro, Antonio Costa, recomendó el uso de la mascarilla en la vía pública, una medida que actualmente no es obligatoria pero que el Gobierno pretende tramitar en el Parlamento lo antes posible. Además, también quiere que sea obligatoria la descarga y uso de la aplicación móvil 'Stay Away' tanto en el ámbito laboral, como en el escolar y académico.
Las multas por no usar mascarilla y no tener instalada dicha aplicación ascenderán hasta 500 euros en el momento en el que el Parlamento promueva la ley. Mientras, las sanciones para los establecimientos que no respeten las reglas de aforo y distanciamiento serán de hasta 10.000 euros.
Preocupan especialmente los rebrotes en el ámbito familiar y académico, por lo que el Gobierno también ha limitado a 50 personas los eventos como bodas, bautizos o comuniones y ha prohibido las actividades no lectivas, como recepciones de alumnos y demás festejos.
Italia endurece sus medidas
A la obligatoriedad de la mascarilla en los lugares públicos de todo el país, se suma el endurecimiento de las medidas que el Gobierno de Giuseppe Conte puso en marcha este martes 13 de octubre ante el aumento de los nuevos contagios.
Entre ellas, no permitir reuniones de más de seis personas en las casas que no sean del núcleo familiar o que los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las 00:00 horas -además, no podrán servir a clientes de pie a partir de las 21:00-.
Otra de las medidas es que queda prohibido el deporte amateur en el que pueda existir contacto (rugby o baloncesto), aunque los gimnasios seguirán abiertos siempre y cuando se respeten las normas de higiene. La gente que sale a hacer deporte por la calle, como los runners, podrán seguir haciéndolo y no necesitarán llevar mascarilla. A los estadios podrá seguir asistiendo el 15% del aforo normal.
Las discotecas seguirán cerradas y los banquetes en bodas y bautizos tendrán un límite de aforo de 30 personas. Asimismo, el Gobierno también ha prohibido las excursiones, visitas y rutas de los colegios.
Giuseppe Conte descartó por el momento que se fuera a producir un nuevo confinamiento como el que hubo en los meses de marzo o abril, pero sí advirtió de que si la situación se complica, se podría aprobar algún tipo de cierre parcial para evitar la expansión del coronavirus.
Reino Unido prohíbe reuniones entre no convivientes
El Gobierno de Boris Johnson ha impuesto nuevas restricciones sociales que afectarán sobre todo a la capital del país, Londres, donde algunas zonas han superado una incidencia de 100 casos de Covid por cada 100.000 habitantes, el umbral a partir del cual se activa el grado de alerta "elevado".
A partir de este fin de semana, se prohíben en espacios cerrados las reuniones de personas no convivientes, un veto que afectará a bares y restaurantes, aunque estos podrán abrir hasta las 22:00 horas. No obstante, las reuniones en exteriores se podrán seguir produciendo, pero la limitación estará en grupos de hasta seis personas.
El Gobierno de Johnson lleva recomendando desde hace varias semanas el teletrabajo para personas que puedan trabajar a distancia y desaconseja el uso del transporte público a menos que sea para casos de absoluta necesidad.
La parte más afectada sigue siendo el norte del país, con Liverpool y Manchester como zonas más afectadas. En la primera de ellas, se ha establecido el nivel 3 de alerta -el más elevado- que lleva consigo la prohibición de reuniones entre miembros de distintos domicilios, y el cierre de sus bares, pubs, gimnasios o peluquerías.
Sin embargo, en Manchester -donde la incidencia roza los 450 casos por cada 100.000 habitantes-, el alcalde se opone a este sistema de medidas regionales de Johnson y se une a las voces que reclaman como única medida efectiva un confinamiento en el conjunto de Inglaterra.
Esa es la demanda del Partido Laborista, que insta al primer ministro a llevarlo a cabo durante un periodo breve -dos o tres semanas- para "cortocircuitar" la transmisión comunitaria del Covid y dar un respiro al sistema público de salud.
Alemania establece un sistema de "alerta temprana"
La canciller alemana, Angela Merkel, y los poderes regionales han acordado un sistema de "alerta temprana" a escala territorial para tratar de contener el aumento de contagios en el país y evitar así un nuevo cierre de la vida pública.
A partir del umbral de los 35 contagios por cada 100.000 habitantes y durante un periodo de siete días, se extenderá el uso obligatorio de la mascarilla.
A partir de los 50 contagios por cada 100.000 habitantes y de manera también temporal, se cerrará la vida nocturna a las 23:00 horas y se prohibirán los encuentros, incluso los privados, de más de diez personas -el número de distritos o ciudades que superan esta cifra ha subido a 70-.
En algunos estados federados han prohibido a los hoteles albergar huéspedes que procedan de esas zonas de riesgo. Sin embargo, en dos de esos estados -Baja Sajonia y Baden Württenberg- los tribunales han obligado a suspender la medida por ser "desproporcionada".
Asimismo, el Gobierno de Alemania establecerá una cuarentena obligatoria para todos los viajeros que pretendan ingresar en el país procedentes de zonas calificadas como "de riesgo" a partir del 8 de noviembre, según el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert. En concreto, cualquier persona que haya estado diez días antes de ingresar en Alemania en una zona evaluada como "de riesgo" tendrá que hacer cuarentena diez días al entrar en el país europeo y registrarse ante las autoridades sanitarias pertinentes.
Otra de las medidas que decretó el gobierno regional de Berlín fue el cierre nocturno de bares y restaurantes que después se adoptó como norma para todas las zonas de riesgo por la incidencia de contagios. El 16 de octubre, el Tribunal Administrativo de la capital alemana considera este cierre "desproporcionado" y lo ha derogado, aunque mantiene la prohibición de consumir alcohol.
Bélgica impone toques de queda y cierra bares en Bruselas
Los nuevos contagios siguen avanzando en Bélgica, que registra ya una incidencia acumulada de 423 contagios por cada 100.000 habitantes, y 801 en Bruselas, zona más afectada del país y donde se multiplican las señales de alarma y aumentan las restricciones.
La capital del país anunció el pasado 7 de octubre el cierre de bares, cafés y salones de fiesta durante un mes, aunque los restaurantes seguirán abiertos. Sin embargo, los eventos deportivos de aficionados tendrán que celebrarse sin público y los lugares de culto sólo podrán acoger a un máximo de cien personas.
Este endurecimiento de las medidas contempla que, al menos hasta el 30 de octubre, cada persona podrá tener contacto estrecho con un máximo de tres individuos al mes fuera del hogar, las reuniones privadas deberán limitarse a un máximo de cuatro personas y el teletrabajo pasa a ser una opción "muy recomendada".
Mientras, el pasado 12 de octubre las provincias de Brabante Valón y Luxemburgo, ambas de la región belga meridional de Valonia, decretaron un toque de queda nocturno entre las 01:00 y las 06:00 horas. En ambas provincias está prohibido también encontrarse en la vía pública en esa franja horaria salvo para desplazamientos médicos urgentes, causas de fuerza mayor, asistencia a personas vulnerables, ir o volver del lugar de trabajo o en el marco de un viaje al extranjero.
España prepara una normativa común a todas las comunidades
El Ministerio de Sanidad prepara un borrador con niveles de alerta para marcar restricciones obligatorias y comunes para todas las comunidades autónomas en función de la incidencia que haya en dichos territorios y la situación en base a una serie de indicadores, como la situación epidemiológica o a nivel asistencial.
Mientras se discute, son varias las comunidades que han impuesto restricciones a la movilidad de sus ciudadanos y han decretado limitación en las reuniones sociales, reducción de aforos o recomendaciones de únicamente salir de casa para cuestiones estrictamente necesarias. La mascarilla es obligatoria en todo el país, tanto en espacios abiertos como cerrados, desde este verano.
Es el caso de Madrid, donde se aprobaron medidas en varias zonas básicas de salud para después aplicar el Gobierno el estado de alarma y así ampliar esas medidas a nueve municipios, entre ellos, la propia ciudad de Madrid. Esta situación provocó un enfrentamiento político entre el Gobierno de la región, que consideraba suficientes las restricciones por áreas de salud, y el Ejecutivo Central, que las consideraba escasas.
Otro caso reciente es el de Cataluña, por su parte, anunció el cierre de todos los bares y restaurantes de la región durante quince días y la reducción de los aforos al 30% en los centros comerciales y al 50% en los gimnasios. Las nuevas limitaciones también incluyen dejar de dar clases presenciales en las universidad y suspender durante estas dos semanas todas las competiciones deportivas en la comunidad -federadas, escolares o privadas-.
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