Los pasajeros del Airbus A350, que aterrizó envuelto en llamas en el aeropuerto de Tokio, vivieron momentos de angustia antes de ser evacuados. El Airbus A350 llevaba a bordo a 379 personas que pudieron salir de la aeronave antes de que se quemase por completo.
La aeronave de Japan Airlines procedía del aeropuerto Shin-Chitose de Hokkaido, con destino Haneda (Tokio), donde se produjo el accidente. La colisión entre ambas aeronaves provocó que uno de los motores del vuelo comercial se incendiara, aunque el fuego fue sofocado después por los bomberos, mientras se procedió a cerrar todas las pistas del aeropuerto.
El avión de JAL se veía inclinado hacia delante, con el tren de aterrizaje delantero colapsado, las ventanas envueltas en llamas y el fuselaje cubierto de humo, mientras los servicios de bomberos trataban de apagar las llamas.
Las autoridades confirmaron más tarde que cinco de los tripulantes del avión de la Guardia Costera fallecieron. Ni la Guardia Costera nipona ni la Agencia Meteorológica apuntaron al motivo del accidente, ya que no se habían producido condiciones meteorológicas adversas ni fuertes vientos, según señalaron.