El número de fallecidos por las explosiones que comenzaron el 12 de agosto en el puerto chino de Tianjin ha aumentado a 114, tras el hallazgo de otros dos cadáveres. Otras 70 personas están desaparecidas y unas 700 resultaron heridas, según las últimas cifras del gobierno municipal.
Por ahora sólo se ha identificado a 54 de los fallecidos, afirmó el responsable de prensa de Tianjin, Gong Jiansheng, citado por la agencia oficial Xinhua.
Entretanto, las autoridades del que es el mayor puerto de mercancías del norte de China aseguraron hoy que las actividades portuarias han vuelto a la normalidad después de más de cuatro días de suspensión.
El puerto recibe el 40 por ciento de los vehículos importados desde China y también importantes cantidades de mineral de hierro, materia prima básica para la industria siderúrgica nacional, por lo que estos sectores se vieron especialmente afectados por la tragedia.
El mayor fabricante japonés de automóviles, Toyota Motor, anunció hoy por ejemplo que detendrá hasta el 19 de agosto las operaciones de tres líneas de producción en China por los efectos de las explosiones.
El primer ministro chino, Li Keqiang, visitó el domingo el lugar del siniestro, mientras que el Tribunal Supremo chino anunció la apertura de una investigación para aclarar si hubo negligencia en el accidente, ocurrido en un almacén que guardaba materiales químicos peligrosos y altamente inflamables.