El ministro de Defensa australiano, Kevin Andrews admitió "la realidad es que esto va a durar un número de años". El ministro negó categóricamente la participación con fuerzas de combate terrestres en Siria e Irak, país este último en el que Australia tiene desplegados unos 400 soldados, incluidos 200 de sus fuerzas especiales, para formar a las tropas iraquíes.
"Nuestro personal militar hace el trabajo de forma efectiva y profesional y cuando éste esté terminado retornarán a casa", aseguró el ministro de defensa. Andrews hizo estas declaraciones un día después de que el primer ministro, Tony Abbott, anunciara la extensión a Siria de la participación australiana en los bombardeos aéreos contra el EI, que hasta ahora se habían limitado a Irak, aunque sin precisar fechas.
La ministra de Exteriores, Julie Bishop, también reconoció que el conflicto en Oriente Medio va a durar años y no meses, e insistió en que "se necesita tiempo para derrotar a esta organización terrorista", en alusión al EI.
Bishop añadió que Australia y sus socios de la coalición necesitan asegurarse que el régimen "cruel y brutal" de Damasco no sea reemplazado por una organización terrorista, según la cadena ABC.
Ante la extensión de los bombardeos a Siria, la presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Australia, Gillian Triggs, calificó esta decisión como "contradictoria" con la de acoger 12.000 refugiados de esa zona, ya que causaría más desplazados y la muerte de civiles.