De los 16 casos diagnosticados, hay dos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), según el comunicado difundido por la Dirección General de Salud (DGS), que precisa que los enfermos son, en su mayoría, personas mayores con factores de riesgo asociados.
Las entidades competentes han abierto una investigación epidemiológica y han recogido muestras en varios puntos de los circuitos de agua del hospital afectado, que han confirmado la presencia de legionela. La DGS recuerda en el mismo comunicado que la enfermedad se transmite a través de la inhalación de aerosoles contaminados con la bacteria y no a través de la ingestión de agua.
Portugal ya sufrió un fuerte brote de legionela en noviembre de 2014, en la localidad de Vila Franca de Xira -a unos 35 kilómetros al norte de Lisboa-, considerado el tercer mayor de esta enfermedad en el mundo, tras causar 14 muertos y 403 personas infectadas.
La legionela no se contagia de persona a persona, al beber agua ni a través de los alimentos, sino que para resultar infectado se ha de inhalar agua pulverizada. Sus manifestaciones clínicas se parecen a las de las neumonías atípicas, con una sintomatología respiratoria variable (que al principio puede incluso confundirse con la gripe), así como alteraciones de diversos órganos, más o menos severas en función del estado previo del afectado.