Castelucci y el presidente de Autostrade, Fabio Cerchiai, comparecieron en una rueda de prensa en Génova en la que pidieron "perdón" si no han sido capaces de mostrar su solidaridad y duelo por las 43 personas fallecidas en la ciudad. Los directivos de Autostrade anunciaron que se pondrá a disposición un fondo, que como primera cifra será de 500 millones de euros y que estará gestionado por el ayuntamiento de Génova, para indemnizar a aquellas personas que han tenido que ser desalojadas de sus casas.
Asimismo, los directivos de Autostrade, que pertenece al coloso de las infraestructuras Atlantia, aseguraron que este tramo de la autopista A10, vital para la circulación en el noroeste del país y de la ciudad, podrá ser reconstruido con un nuevo puente en acero en ocho meses. "Queremos hacer y haremos todo lo que sea posible para aliviar el sufrimiento de la ciudad. No queremos hablar de costes, es más relevante el aspecto técnico. Estamos trabajando ya para la reconstrucción y contar gastos no es nuestra prioridad", aseguró Castelucci.
Castellucci no quiso comentar la decisión del Gobierno italiano de abrir el procedimiento para retirar a Autostrade la concesión de gestión de las carreteras italianas por considerarla culpable del accidente pues se debería haber ocupado del mantenimiento del puente.
Sobre las responsabilidades de la firma en el derrumbe, el consejero delegado de Autostrade aseguró que "todos los informes que habían hecho" sobre el puente Morandi "mostraban que estaba bien", pero añadió que "de esto se ocuparán los peritos y el examen de la magistratura".
Especificaron que este puente, de los años 60, no fue construido por la empresa y por tanto "habrá que ver cómo fue construido y otros elementos para poder definir las responsabilidades en este siniestro que tiene que ser investigado a fondo". "Todos queremos saber lo que ha pasado. Sentimos toda la responsabilidad social, pero pensamos que la magistratura es la que tiene que esclarecer la verdad rápidamente", indicó su responsable.