El consorcio español Al Shoula, encargado de desarrollar la segunda fase del bautizado como "AVE de los peregrinos", cumplirá así con su compromiso de llevar a cabo antes de que acabara 2017 una demostración de servicio y lo hará a pesar de los retrasos constatados en algunas estaciones, encargadas a empresas locales, y en sistemas de señalización.
La prueba, a la que asistirán pasajeros invitados, arrancará en la estación de Medina y finalizará en La Meca y supondrá un nuevo hito en el proyecto de construcción del tren de alta velocidad antes de que pueda ser explotado comercialmente, previsiblemente a partir de marzo de 2018.
Al estar ubicada en zona santa, los viajeros no musulmanes no podrán apearse en la estación de La Meca, mientras que sí podrán subirse al tren en Medina por estar fuera de la zona reservada a los fieles.
Durante las diez o doce semanas que seguirán a la prueba del domingo, el consorcio llevará a cabo, de manera regular, dos viajes por sentido los viernes y sábados entre ambas ciudades con el fin de ir adaptando el servicio a las demandas del cliente.
Está previsto que al acto de mañana asistan el embajador de España en Arabia Saudí, Álvaro Iranzo; el presidente del consorcio Al Shoula, Jorge Segrelles; el director general del Consorcio, Álvaro Senador-Gómez; el presidente de Saudi Railways Organization (SRO), Rumaih Mohammed Al-Rumaih; y representantes de las empresas españolas y diversas autoridades saudíes.
En mayo de 2016, Arabia Saudí amplió en 14 meses el plazo para la puesta en servicio del AVE a La Meca, hasta marzo de 2018, una fecha que se mantiene a pesar de los retrasos constatados en tres de las cinco estaciones de la línea: Yeda, La Meca y la que conectará con el aeropuerto, que fueron encargadas a las firmas locales Binladin (que ha sido sustituida en Yeda por Yapi Merkezi) y Oger.
A pesar de estas demoras, en esas estaciones se han habilitado espacios especiales para poder llevar a cabo las pruebas de demostración, según fuentes del consorcio español.
En junio, el tren alcanzó, en pruebas parciales, los 330 kilómetros hora, su máxima velocidad, que supera en un 10 % a la que será su velocidad máxima comercial y de operación (300 kilómetros hora).
El modelo que cubrirá la línea es el Talgo 350 Haramain, al que se han incorporado más de 30 tecnologías para su adaptación a las altas temperaturas y la arena del desierto. En el trayecto, de dos horas y media de duración, habrá cinco
megaestaciones (La Meca, Medina, KAEC, Yeda y KAIA), de cuyo mantenimiento, operación y explotación se encargará ADIF, mientras que Renfe se ocupará de la explotación de la línea.
El consorcio español encargado de la fase dos del proyecto está integrado por doce empresas españolas -ADIF, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo- y las saudíes Al Shoula y Al Rosan.
La fase 2 del proyecto fue adjudicada a finales de 2011 por 6.736 millones de euros e incluía el diseño y la construcción de la vía y sistemas a lo largo de más de 450 kilómetros y el suministro de 35 trenes, además de su operación y mantenimiento durante 12 años.