El terremoto sufrido en Marruecos el viernes y sus replicas han dejado ya al menos 2.700 muertos según el último balance oficial. Miles de personas continúan aún desaparecidas y cada minuto que pasa es más improbable encontrar a supervivientes.
A 100 kilómetros al sur de Marrakech hay muchos aldeas y pueblos afectados, sepultados en el alto Atlas, pero llegar hasta ellos es casi imposible. En uno de esos lugares, Tikekht, lo único que ha quedado en pie ha sido un minarete, todas las casas que eran de adobe se han venido abajo y han atrapado a muchos de los vecinos.
En estas pequeñas localidades situadas a unos 1.500 metros de altitud el acceso es muy complicado. Según aumenta la distancia con la capital, las carreteras van empeorando y la orografía del terreno ayuda. Por ello, la llegada de la ayuda humanitaria también está siendo una tarea difícil en la zona cero del epicentro del terremoto, donde no han localizado supervivientes. La UME junto con especialistas del ERICAM colaboran en unas tareas de recate a contrarreloj junto a Bombero Unidos Sin Fronteras y grupos de voluntarios llegados de toda España.
