Aunque la aplicación está diseñada para casos que no requieran la intervención policial, cuenta con un botón para llamar al número de emergencias 112 en casos graves, como de asalto, según ha explicado el concejal de Seguridad de la ciudad y responsable de la iniciativa, Joost Eerdmans, a la televisión holandesa NOS.
"El 84 % de las mujeres sufren de acoso sexual. No se trata de miradas o silbidos, sino de intimidaciones serias que hacen que las mujeres se sientan tan incómodas que evitan ciertos lugares", ha dicho. Con la aplicación, las usuarias podrán informar anónimamente de estas situaciones, para lo que deberán indicar la localización en la que se ha producido y podrán dejar, si lo desean, un comentario sobre lo ocurrido exactamente. Esta información será transmitida después a las autoridades locales, que actuarán enviando policías de paisano a las zonas dónde se repitan los casos.
Esta medida se suma a una nueva regulación local que entrará en vigor el próximo abril y permitirá imponer multas de hasta 4.100 euros y sanciones de hasta tres meses en prisión para quienes acosen sexualmente. Podrán ser penalizados quienes persigan, amedrenten, hagan insinuaciones sexuales o pidan sexo, entre otros tipos de intimidación. Rotterdam, que tiene unos 630.000 habitantes, toma así ejemplo de Ámsterdam, dónde ya existen este tipo de normas municipales.