"No me mezclo en la política ajena. Lo único que puedo decir es que Merkel es una aliada extraordinaria y seguramente la única entre nuestros aliados más estrechos que estaba en el cargo cuando yo llegué al mío", apuntó Obama, para añadir un "somos veteranos", en una comparecencia conjunta con Merkel tras su reunión en Berlín.
"Si yo fuera de aquí, si fuera alemán, sería su seguidor, le daría mi voto", añadió, para afirmar a continuación, con cierta ironía, que no está seguro de si tal recomendación sería buena para ella.
La conservadora Merkel no se ha pronunciado hasta ahora acerca de si optará a su reelección en las generales previstas para septiembre de 2017 al que sería, de ganar, su cuarto mandato, aunque se espera que dé a conocer en breve su decisión al respecto.
El demócrata Obama aludió asimismo, aunque indirectamente, a su primera visita a Berlín, aún como candidato a la Casa Blanca, en julio de 2008, y al hecho de que entonces Merkel, que lleva once años en el cargo, ocupaba ya la Cancillería.
En ese momento, la jefa del Gobierno impidió que el aspirante demócrata pronunciara un mitin ante la Puerta de Brandeburgo, lo que le obligó a buscar un lugar alternativo, por considerar que era incurrir en electoralismos.
Eso marcó algo la relación personal entre ambos líderes, a lo que siguió el malestar de Berlín por el escándalo del espionaje masivo por parte de EEUU a sus aliados, incluido el teléfono móvil de Merkel, pero Obama ha definido reiteradamente a la canciller, entonces como ahora, como su "mejor y más estrecha aliada".