Bélgica saca adelante la propuesta de concentrar el tiempo de trabajo semanal en cuatro días. Después de varias semanas de intensas negociaciones, el Gobierno federal liderado por el liberal Alexander De Croo ha conseguido cerrar al filo de las tres de la madrugada un acuerdo político sobre una amplia reforma laboral.
Además de proporcionar una mayor flexibilidad horaria a los trabajadores, esta reforma arrojará más “claridad” sobre el estatuto de los trabajadores de las plataformas digitales, garantizando “mejores condiciones de trabajo”; un punto que supuso el principal motivo de fricción durante estos últimos meses en la coalición de gobierno formada por liberales y socialistas.
"El primer pilar es dar más flexibilidad y libertad a los trabajadores. La cuestión de la flexibilidad, antes de la crisis del coronavirus, era vista como algo que no favorecía al trabajador, pero la covid-19 nos ha forzado a trabajar de manera más flexible y a conciliar nuestra vida profesional con la privada", ha expuesto el primer ministro belga en la rueda de prensa posterior a la reunión del comité ministerial restringido.
Reforma por la conciliación
El acuerdo establece que los trabajadores que lo deseen podrán optar por alargar la jornada laboral una o dos horas diarias en pos de concentrar las horas de trabajo en torno a cuatro días que permitirá obtener un día libre suplementario. Asimismo, esta fórmula diseñada por el gobierno de coalición permitirá a los empleado trabajar más horas durante una semana, para reducir la jornada en la semana siguiente, siempre y cuando se informe a la empresa con una semana de antelación.
Aunque en cualquier caso el empresario tendrá la última palabra, si rechaza la petición del trabajador habrá de aclarar las causas de su negativa. La empresa también tendrá responsabilidades para con los trabajadores con horarios variables que habrán de conocer sus turnos con, al menos, una semana de antelación.
A criterio del Gobierno, este sistema permitirá conciliar mejor la vida privada de las familias. "En nuestro mercado de trabajo -bastante rígido- era difícil conciliar con las reglas actuales de las nuevas formas de trabajo”, ha señalado el primer ministro al respecto.
Las críticas del parlamento y la sociedad cilvil
Esta iniciativa ya ha recibido duras críticas de parte de la bancada del parlamento y la sociedad civil que desconfían del poder de elección de los trabajadores. Raoul Hedebouw, presidente y diputado federal del Partido de los Trabajadores de Bélgica (PTB) ha criticado que "es una reforma hecha a la medida de los patrones, no de la clase obrera”. El parlamentario considera que la flexibilidad horaria a costa del incremento de las jornadas laborales puede resultar contraproducentes: “El estrés, el agotamiento y las enfermedades a largo plazo estallarán", ha añadido.
Por su parte, el director general de la Liga de las Familias, Christophe Cocu ha arremetido contra la reforma asegurando que "una jornada de trabajo de 9 horas y media aumentará las dificultades y hará imposible llevar y recoger a los niños de la escuela o la guardería". Asimismo Cocu, que reclama desde hace años una reducción del tiempo de trabajo, ha señalado que "la vida de los padres ya es una carrera contra reloj entre los horarios de trabajo, escuela, guardería, actividades... ”
Las innovaciones de la reforma
Uno de los grandes elementos de fricción en las negociaciones de la coalición de gobierno ha residido en el tratamiento a los trabajadores de plataformas digitales como Uber o Deliveroo. Al final, el acuerdo define su estatus agregando ocho criterios específicos que determinarán si el trabajador puede ser considerado asalariado. Por ejemplo: si tiene obligación de exclusividad con la plataforma, si está obligado a aceptar o rechazar un trabajo, si debe llevar uniforme o el logo de la sociedad, etc. Si se cumplen cinco de las ocho condiciones, se le presumirá asalariado, aunque la empresa podrá responder al resultado de la evaluación frente al tribunal de trabajo.
Asimismo, la reforma desarrolla y amplía el derecho a la desconexión de los trabajadores asalariados, que ya se aplicaba desde el pasado 1 de enero a los empleados del sector público, para que no se vean obligados a responder a mensajes recibidos fuera de su horario laboral.
El objetivo de todos estos cambios reside en acelerar el incremento de la tasa de empleo del actual 71 por ciento al 80 por ciento en 2030.