200 ultras han sido detenidos

Una marcha negacionista y antimascarillas reúne a 18.000 personas en Berlín

La policía de Berlín detuvo hoy a unos 200 ultraderechistas que protagonizaron acciones violentas ante la embajada de Rusia al ser disuelta una manifestación contra las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.

EFE

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El responsable de Interior del gobierno regional de la ciudad-estado y capital alemana, Andreas Geisel, informó de estas detenciones, que se produjeron tras los altercados protagonizados por unos 2.000 radicales.

El grupo formaba parte de la gran manifestación convocada por colectivos de orientaciones diversas contra las restricciones por el coronavirus. La marcha, con unos 18.000 asistentes, fue disuelta por la policía, ya que no se respetaban las medidas de distanciamiento. Unas pocas horas después se formó una gran concentración junto a la céntrica Columna de Victoria que agrupó a más de 30.000 personas.

En paralelo, y mientras el grueso de los manifestantes seguía mayoritariamente la orden de abandonar la marcha, se formó la columna del movimiento "identitario" denominado Reichburger ("Ciudadanos del Reich"), que no reconocen a la República Federal de Alemania (RFA) y rechazan su orden jurídico. La policía, que había desplegado hasta a 3.000 efectivos para esta jornada, les instó a abandonar el lugar. Hubo lanzamientos de botellas y otros objetos contra los antidisturbios. Asimismo hubo altercados ante la sede del Parlamento, el Reichstag, cuando seguidores del cocinero vegano germano-turco y defensor de ciertas teorías de la conspiración Attila Hildmann, figura destacada en las protestas, trataron de romper el cordón de seguridad. Hildmann acabó detenido, explicó Geisel.

La presencia de elementos ultraderechistas se hizo muy evidente en toda la jornada de movilización, como viene ocurriendo en las convocatorias que se han desarrollado desde julio en distintas partes de Alemania contra las restricciones. Estas convocatorias están secundadas por defensores de teorías de la conspiración o movimientos antivacunas, así como ciudadanos que consideran vulnerada su libertad de movimientos, mezclados con ultras o reconocidos negacionistas del Holocausto.

Tanto la policía como las autoridades regionales de Berlín trataron de impedir la movilización de este sábado, por considerar que no iban a respetarse las normas de higiene, como ha ocurrido en anteriores acciones de esos grupos. Finalmente, la Audiencia Territorial Administrativa de Berlín autorizó las protestas, aunque impuso condiciones como la norma del distanciamiento o el uso de la mascarilla, que en general no fueron respetadas.