A raíz de una grabación telefónica, la fiscalía de Bolivia ha acusado al ex presidente del Gobierno del país, Evo Morales, de supuestos delitos de terrorismo, por lo que pide su detención preventiva.
En las grabaciones de noviembre de 2019 el ex mandatario boliviano instaba a uno de sus seguidores a bloquear las ciudades para que no entraran alimentos. El objetivo era recuperar el poder después de que la Policía y el Ejército le retiraron su apoyo. Por ello, se le acusa de delitos de terrorismo y financiación de terrorismo.
Asimismo, Evo Morales ha reaccionado desde su exilio en Argentina asegurando que el audio está manipulado, que es ilegal su imputación y que está siendo víctima de una persecución política.