"El sábado por la mañana, los equipos de rescate encontraron los cuerpos de dos palestinos que murieron en los ataques aéreos israelíes de anoche en el norte de la Franja de Gaza", informó el portavoz de Sanidad en la Franja, Ashraf Al Qedra.
Los fallecidos han sido identificados como Abdulá al Atal, de 28 años del distrito de Sheij Radwan y Mohamed Safadi, de 30 años y del barrio de Daray en Gaza.
Sobre las 3.45 (1.45 GMT) de esta madrugada tres ataques aéreos israelíes impactaron en el norte, centro y sur de Gaza y provocaron daños materiales en las infraestructuras de las Brigadas de Azedín al Qasam, brazo militar de Hamás, según informó este grupo.
"En respuesta a los cohetes disparados hacia las comunidades israelíes durante el día de ayer, la aviación militar alcanzó cuatro infraestructuras de la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza", confirmó el Ejército de Israel.
El comunicado militar indicó que alcanzaron una fábrica de armas, un almacén de armas y un complejo militar, y añadió que "en cada objetivo se golpearon varios componentes".
Previamente, otro bombardeo aéreo israelí de represalia había atacado posiciones de Hamás, en respuesta a dos proyectiles disparados durante la tarde, lo que causó al menos 15 heridos, entre ellos un bebé, según Al Qedra.
Israel calificó los lanzamientos de ayer como "un acto grave de agresión" e insistió en que "hace responsable de los ataques que amenazan la vida de civiles" al movimiento islamista.
Durante la tarde del viernes varios proyectiles fueron lanzados desde el enclave, tras una jornada de protestas en los territorios palestinos contra la decisión el miércoles del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
A los fallecidos en los bombardeos se suman otros dos muertos en Gaza en los enfrentamientos con soldados israelíes en la zona fronteriza: Mahmoud al Masri, de 30 años, y Maher Atallah, de 54.
Otras 170 personas en la Franja resultaron heridas, la mayoría de ellas con munición real en la parte inferior de sus cuerpos, que se suman a otros tantos heridos en las protestas de Cisjordania, la mayor parte con balas recauchutadas.