El ex primer ministro británico, Boris Johnson, ha hecho una sorprendente revelación en sus memorias, de las que los medios ingleses están publicando algunos extractos.
Johnson asegura que la reina Isabel II padeció cáncer de huesos en sus últimos años y que mantenía la enfermedad en secreto.
Isabel II tenía 96 años y era la monarca con el reinado más largo del Reino Unido cuando murió el 8 de septiembre de 2022 en Balmoral, su castillo en Escocia.
La versión oficial sostiene que la reina murió "por causas naturales", así aparece en su certificado de defunción, pero el ex primer ministro contradice esta versión y asegura que la monarca era consciente de que le quedaba poco tiempo de vida por la grave enfermedad que, según él, sufría.
"Parecía pálida y tenía moretones oscuros en las manos"
Johnson describe en sus memorias cómo fue la última vez que vio con vida a la reina, dos días antes de su muerte. "Edward Young, su secretario privado, trató de prepararme", escribió Johnson. "Sabía desde hacía un año o más que tenía una patología de cáncer de huesos, y sus médicos estaban preocupados de que en cualquier momento pudiera entrar en un declive brusco", dice el ex primer ministro, según los extractos que también publica la revista "Newsweek".
"Ha empeorado bastante durante el verano", dijo. Y luego el secretario llamó a la puerta y me hizo pasar al salón de Su Majestad", continúa en su relato el político.
"'Buenos días, Primer Ministro', dijo la monarca, y cuando nos sentamos uno frente al otro en los sofás de color azul verdoso, pude entender de inmediato lo que Edward quería decir".
"Parecía pálida y más encorvada, y tenía moretones oscuros en las manos y las muñecas, probablemente de goteos o inyecciones".
"Pero su mente, como Edward también había dicho, estaba completamente intacta por su enfermedad y de vez en cuando en nuestra conversación todavía mostraba esa gran sonrisa blanca con su repentina belleza que levantaba el ánimo", prosigue el político británico.
"Como Edward Young me explicó más tarde", escribió Johnson, "ella lo sabía todo (sobre su enfermedad) el verano que se iba a morir, pero estaba decidida a aguantar y cumplir con su último deber: supervisar la transición pacífica y ordenada de un gobierno al siguiente, y, esperó para añadir otro primer ministro saliente a su récord".
Otras voces del Partido Conservador ya declararon que la reina tenía cáncer. El historiador real Gyles Brandreth lo contó en un libro, recuerda la revista Newsweek.
La muerte de Isabel II se produjo apenas dos días después de haber mantenido una audiencia en Balmoral con la entonces primera ministra británica, Liz Truss, que estuvo precedida de otra en la que Boris Johnson le comunicó que renuncia.