Prosigue la cascada de renuncias en el Gobierno de Boris Johnson, que se niega a dimitir, le han dimitido más de 50 cargos, más de los que nunca hayan dejado plantado en un solo día a ningún otro primer ministro antes en la historia.
Hoy ha presentado su renuncia el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, que, según la carta que ha enviado al Primer ministro, tanto el Partido conservador como el país se merecen algo mejor.
A esta renuncia se ha añadido también la del responsable de Seguridad, Damian Hinds, y la del ministro de Cultura, Chris Philp. Todos piden lanzan el mismo mensaje y piden al primer ministro que abandone el poder.
En la jornada de ayer fueron más de cuarenta los cargos del Gobierno que renunciaron, lo que está hundiendo a Johnson en esta oleada de deserciones.
Funcionarios del Gabinete le pidieron que renuncie
Anoche un grupo de altos funcionarios del Gabinete del primer ministro británico acudieron a Downing Street para trasladarle al 'premier' la necesidad de que renuncie al cargo en medio de la crisis de gobierno.
Entre el grupo de funcionarios que acudió estaba el recién nombrado ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, quien asumió el cargo tras la dimisión de Rishi Sunak el martes; la ministra del Interior, Priti Patel, o el secretario de Estado de Transportes, Grant Shapps.
Otro grupo de funcionarios afines a Johnson se han desplazado también hasta la residencia oficial y oficina del primer ministro para trasladarle su apoyo, entre los que se encontraría la secretaria de Cultura, Nadine Dorries, o el ministro de Oportunidades para el Brexit, Jacob Rees-Mogg.
Dorries lanzó un mensaje en sus redes sociales en el que asegura que la "prioridad" de Johnson es la de "estabilizar el Gobierno", a la par que "fijar una dirección clara para el país y seguir cumpliendo las promesas que hizo y por las que votó el público británico".
Sus ministros le dan 48 horas
Hay rumores de que en vez de dimitir Boris Johnson podría convocar elecciones anticipadas para que sea el electorado antes que sus propias filas las que decidan su futuro pero sus propios ministros no le dan más de 48 horas: si no sale voluntariamente se forzará una moción de confianza a su liderazgo.
