El Alto Representante de la Unión Europa para Política Exterior, Josep Borrell, ha reiterado este lunes que Israel está provocando una hambruna en Gaza y usando el hambre como arma de guerra en su ofensiva contra Hamás, instando a los países europeos a tomar medidas para que Tel Aviv permita la entrega de ayuda y abra más pasos fronterizos con Gaza.
"Es inaceptable que el hambre se usa como arma de guerra. Digámoslo. No es una cuestión de falta de suministros, hay comida para meses que está retenida", ha asegurado en un discurso en el Foro Humanitario Europeo.
El jefe de la diplomacia europea ha afirmado que en el caso de Gaza "no estamos en riesgo de hambruna, sino en un estado de hambruna que afecta a miles de personas" y ha llamado a la acción europea ante una crisis que no es un "desastre natural" y que es enteramente provocada por decisiones humanas.
En este sentido, ha señalado a Israel por la situación que se vive en la Franja, asegurando que es responsable de que cientos de camiones con cargamento humanitario estén esperando para entrar en Gaza y de abrir más cruces fronterizos. "Es absolutamente imperativo que los pasos funcionen eficientemente. Es cuestión de voluntad política abrirlo e Israel tiene que hacerlo", ha espetado.
Por todo ello, el Alto Representante ha subrayado que la ayuda por vía aérea y marítima es una alternativa que tiene que acometer la comunidad internacional porque la "forma natural" de suministrar ayuda está "cerrada artificialmente.
Borrell ya denunció la situación en su intervención en la sesión anual del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a la cooperación con la UE la pasada semana en Nueva York. "No es una inundación. No es un terremoto. Está provocada por el hombre", indicó, en alusión a la crisis humanitaria desencadenada por la ofensiva de Israel tras los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre.
"Cuando buscamos formas alternativas de prestar ayuda --por mar o por aire-- tenemos que recordar que tenemos que hacerlo porque la forma natural de prestar ayuda a través de las carreteras se está cerrando artificialmente. Y se está utilizando el hambre como arma de guerra", criticó el responsable de Exteriores desde Estados Unidos.
Los peores pronósticos para Gaza
Posteriormente, Borrel y el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, han emitido un comunicado conjunto para denunciar los resultados que ha recogido la última Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), que ha registrado el "peor pronóstico" posible para la Franja de Gaza.
"Esto no tiene precedentes. Ningún análisis del IPC ha registrado jamás tales niveles de inseguridad alimentaria en ningún lugar del mundo", han alertado. "Lo que estamos viendo no es un peligro natural, sino un desastre provocado por el hombre, y es nuestro deber moral detenerlo", han remarcado.
De acuerdo con este análisis, el total de la población de Gaza padece inseguridad alimentaria aguda, mientras que en los territorios situados más al norte del enclave palestino, el 70 por ciento de sus habitantes se encuentran ante una situación de hambruna inminente.
En el centro y sur de la Franja de Gaza, el 50 por ciento de la población frente a "condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria", alerta la IPC, que prevé que la situación se deteriore rápidamente en las próximas semanas.
"La situación ha ido más allá de lo catastrófico. Es absolutamente imperativo actuar ahora", ha reclamado, al tiempo que han exhortado a Israel a permitir el acceso de la ayuda humanitaria "sin obstáculos", así como a cooperar con la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) y otros organismos.
En ese sentido, han señalado que a pesar de que se han presentado alternativas "posibles" para hacer llegar toda esta asistencia, incluido el lanzamiento de ayuda y corredores marítimos, "la solución más viable y efectiva" pasa por la "apertura total e incondicional" de las vías terrestres.
Por último, Borrell y Lenarcic han apuntado que los niveles de desnutrición aguda han aumentado a un ritmo tan "alarmante" y que la comunidad internacional ya está presenciando "con horror" la muerte de niños por hambre.