TRAS LOS PROBLEMAS CON LA DISTRIBUCIÓN DE ASTRAZENECA

Bruselas crea un mecanismo para controlar la exportación de vacunas si no recibe las dosis acordadas

Después de que AstraZeneca haya alegado un problema logístico y haya asegurado que enviará un 60% menos de las dosis previstas a la Unión Europea (UE), la Comisión Europea ha creado un mecanismo de emergencia que le permitirá controlar e incluso bloquear las exportaciones a terceros países de las vacunas producidas en el territorio de la UE.

ondacero.es | EFE

Madrid | 28.01.2021 18:19

Una fábrica de Novasep que produce la vacuna de Oxford-AstraZeneca en Europa
Una fábrica de Novasep que produce la vacuna de Oxford-AstraZeneca en Europa | Agencia EFE

Tras el problema de entregas de vacunas de la compañía anglo-sueca AstraZeneca, la Comisión Europea (CE) ha creado un mecanismo de emergencia que le permitirá controlar e incluso bloquear las exportaciones a terceros países de las vacunas contra la Covid-19 producidas en el territorio de la Unión Europea. Bruselas ha tomado esta medida tras el enfrentamiento con AstraZeneca, que en el primer trimestre de este 2021 solo entregará un 25% de las dosis compradas por la UE.

Este mecanismo de "transparencia" se aplicará de manera inmediata -en cuanto se pulan algunos detalles pendientes- y estará vigente durante el primer trimestre de 2021, aunque puede renovarse. "No es control y prohibición de exportaciones, sino sólo control. Es un paso menos", indican las fuentes comunitarias, que precisan que es una medida que pretende no sólo valorar la salud de los ciudadanos sino también de los contribuyentes, que han pagado esas vacunas por adelantado y han financiado el desarrollo de las mismas.

En total, Bruselas ha contratado a las farmacéuticas 2.300 millones de dosis -cerca del doble de vacunas necesarias para los cerca de 450 millones de personas en la UE-, por un valor de 2.700 millones de euros.

El sistema no está diseñado específicamente para AstraZeneca, sino que es una medida de prevención para que "en caso de que haya déficits, corregirlos" y que tendrán que respetarlo todas las farmacéuticas con las que la Comisión ha firmado contratos anticipados de dosis de las futuras vacunas, añaden. La Comisión entiende que tiene el derecho legal de ejercer ese tipo de control, que no afectará a ningún aspecto que afectará a la confidencialidad o el secreto de los negocios de las farmacéuticas.

"Queremos la transparencia, la información que no está ahí. Es más que justo que la tengamos y sepamos lo que pasa", explican las fuentes comunitarias, después de que la farmacéutica se haya negado a publicar el contrato que firmó con la CE, y señalan que es una forma de que la UE pueda intervenir para defender el interés de sus ciudadanos y contribuyentes si hay "inconsistencias". En la disputa con AstraZeneca, que ambas parte señalan se ha reconducido hacia la búsqueda de una solución "constructiva", Bruselas sugirió que el laboratorio estaba entregando a otros países, en referencia al Reino Unido, vacunas que la Comisión entiende que le corresponderían a la UE y acusó a la farmacéutica de ofrecer versiones contradictorias sobre sus problemas de producción.

El funcionamiento del mecanismo

Este mecanismo afectará a las farmacéuticas con las que la UE ha contratado vacunas por adelantado y que además se producen en el territorio comunitario, una fórmula que la Comisión privilegió al diseñar el sistema de compras conjuntas para los Veintisiete para que las cadenas de producción de los fármacos estuvieran mejor protegidas ante eventuales problemas o restricciones por la pandemia. Tanto Pfizer-BioNTech como Moderna -las dos únicas farmacéuticas que por ahora han recibido la autorización para comercializar su vacuna en la UE- se verán afectadas por este control a las exportaciones, ya que ambas cuentan con fábricas en la UE.

En concreto, Pfizer tiene fábricas en Francia, Bélgica y Alemania, y Moderna en España y Francia. Además, AstraZeneca -que podría recibir la autorización este viernes- tiene plantas en Bélgica y Holanda, además de las dos del Reino Unido, incluidas en el contrato firmado con la CE, pero que Bruselas no podría controlar a consecuencia del Brexit. Y en cuanto a Johnson&Johnson, cuya vacuna espera poder aprobar Bruselas a lo largo del primer trimestre, está construyendo una fábrica en España.

Los laboratorios que quieran exportar vacunas que hayan fabricado en la UE tendrán que enviar una petición a las autoridades nacionales del Estado miembro en el que esté la planta donde se producen. Deberán notificar informaciones como las cantidades o el destino de las dosis y el país concernido, en coordinación con la Comisión Europea, tendrá que aceptar o rechazar la petición de exportación "en cuestión de horas". "No hay intención de los países de frenar o prohibir las exportaciones, pero tenemos que vigilar esto" y "habrá escenarios en los que convendrá no permitirlas", ha declarado a EFE un responsable europeo.

En el supuesto de que un Estado rechace una exportación, las dosis se quedarán en Europa y se distribuirán según el plan vigente.

Además de excluir de ese control las dosis destinadas a viajar dentro de la UE, el eventual rechazo a una exportación tampoco afectará a las vacunas del sistema COVAX de solidaridad internacional, ni a las dosis que la UE pueda donar de sus existencias hasta que se implemente ese mecanismo de manera efectiva o las que pueda entregar a los países vecinos o con bajos ingresos. El mecanismo se aplicará "por ahora" sólo a las vacunas, pero la Comisión no descarta futuros desarrollos.